Es una gran película, la verdad.
Procurando mirarla con objetividad es muy
buena.
Otra cosa es que a mí no me guste. Los Coen
tienen una vertiente satírica y una vertiente cínica. Me gustan cuando son
satíricos porque saben mirar con ojo crítico y muestran seres humanos débiles y
encantadores. No me gustan cuando son cínicos porque están llenos de
desesperanza, de vuelta de todo y con una cierta superioridad moral.
Y esta vez son cínicos. Pero insisto en que es
una apreciación de gusto.
Porque la música está bien y su
planificación es elegante y saben introducir esas escenas
surrealistas tan Coen que nadie sabe imitar por mucho que lo intenten.
Podría haber sido una comedia muy
fácilmente. Pero entonces los críticos no la habrían tratado tan bien. Ese tono
tristón, melancólico, brumoso es lo que fascina a muchos críticos.
Aunque es muy buena, no lo niego.
2 comentarios:
Háblame más del felino
Ah, es verdad, hay un gato.
No me había dado cuenta. ;)
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