8/1/14

A propósito de Llewyn Davis

Es una gran película, la verdad.
Procurando mirarla con objetividad es muy buena.
Otra cosa es que a mí no me guste. Los Coen tienen una vertiente satírica y una vertiente cínica. Me gustan cuando son satíricos porque saben mirar con ojo crítico y muestran seres humanos débiles y encantadores. No me gustan cuando son cínicos porque están llenos de desesperanza, de vuelta de todo y con una cierta superioridad moral.
Y esta vez son cínicos. Pero insisto en que es una apreciación de gusto.
Porque la música está bien y su planificación es elegante y saben introducir esas escenas surrealistas tan Coen que nadie sabe imitar por mucho que lo intenten.
Podría haber sido una comedia muy fácilmente. Pero entonces los críticos no la habrían tratado tan bien. Ese tono tristón, melancólico, brumoso es lo que fascina a muchos críticos.
Aunque es muy buena, no lo niego.

2 comentarios:

edp dijo...

Háblame más del felino

Individuo Kane dijo...

Ah, es verdad, hay un gato.
No me había dado cuenta. ;)