Phil. Repartidor de correo interno en el ayuntamiento de Bracknell. Definitivamente lerdo.
Sam presencia un accidente. En el suelo queda un móvil que suena. Y coge la llamada. Secuestros, gente en los maleteros, asesinatos, homicidios, mafias rusas, mafias chinas, el MI5, corrupción ministerial, una caja de música y 800.000 libras. Esterlinas.
6 capítulos (es británica) enloquecidos. Al comienzo es muy graciosa y esos 5 minutos me engancharon sin remedio. Luego se centra en el lío, pero sigue teniendo golpes delirantes.
Desengrasante a tope y burlándose de todos los clichés, uno detrás de otro. Y, aunque a veces se quiebre el ritmo con las clásicas conversaciones tontas estiradas, hay que reconocer que cada escena cuenta y todo tiene relación. Incluso el comentario inicial de los karts.
-Diré a la policía que busquen un hobbit esquelético.
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