Su principal defecto es que todos los capítulos tienen la misma estructura.
Los Weaver compran una casa baratita en una urbanización. Cuando llegan allí descubren que todas las demás casas están ocupadas por alienígenas. Los extraterrestres llevan allí 10 años, con bastante temor al mundo exterior.
Los Weaver intentarán adaptarles y los alienígenas nos ofrecerán una perspectiva original sobre las costumbres humanas y lo raritos que somos. Y ahí está una de sus virtudes.
La mamá alienígena, tratando de ser ama de casa perfecta, toma como
modelo Sexo en New York. Si me
disculpáis, zorras.
Halloween-ween. Pequeños demoniejos intentan invadir las casas el último
día de octubre. Disfraz de derrumbe financiero: Obama vestido de
sanitario.
Trabajo. 5 días de cada 7 dedicados a una ocupación para sostener a una
familia a la que apenas ven 5 días de cada 7.
A los niños no dejan de caérseles dientes de la cara.
¿Aceptáis la muerte? ¡Luchad! ¡Solucionad el problema!
¿A los que amáis los enterráis en el suelo y a los alces los ponéis en
una pared?
Derechos de las minorías: Hasta que los blancos adinerados no tengan los
mismos derechos que los demás mi familia se marchará.
Su otro punto fuerte es la psicología de los
personajes. Se evaden muy bien de los clichés y la interacción entre todos
funciona muy bien.
Tiene potencial y debería ser mejor. Algo
menos ñoña y con desarrollos más largos (como la relación adolescente entre
Amber y Reggie). Genial el pequeñajo Dick.
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