De hecho, lo normal es que no empiece a esa hora. O que no empiece del modo que cabía esperar. De momento, en todas las sesiones a las que he acudido, alguien ha tenido que salir a avisar al proyeccionista de que había algún problema.
Audio sí, pero imagen no. Imagen sí, pero audio no. Comienzo sí, 5 minutos después se para y aviso para que la sigan proyectando...
Pienso que eso debe ser bastante normal porque ni siquiera los niños se inquietan. La gente aguanta con paciencia. El que ha salido a avisar al proyeccionista casi siempre ha sido el menda.
O puede que el aire acondicionado, en una ciudad en la que escasea porque no suele ser necesario, sea lo que se busca. Como una espectadora decía:
-Queixarme non me queixo.
Está claro que Galicia es diferente. Muy diferente. O no. Depende.
No hay comentarios:
Publicar un comentario