No me ha parecido mala película pero, así como los apuntes divertidos me hacían gracia y lamenté que no los desarrollaran más, los momentos dramáticos me parecían demasiado forzados e inverosímiles por una apresurada evolución de las situaciones o los personajes.
Pongo un ejemplo. Puedes confundir la mochila de la droga con la mochila de deporte de tu hijo si estás en una comedia. Has dibujado a unos personajes un tanto patosillos e ingenuos, así que sería muy creíble y divertido. Pero los protagonistas no pueden ser así de idiotas si pretendes construir la escena dramática que estás organizando.
En fin. Todos tenemos secretos que hay que confesar. Tú confiesas a tu mujer que tienes 10 kilos de coca y ella te confiesa que tiene un blog de cocina. Así de chungo está el patio.
Y, hombre, ya que se ponen a hablar de la corrupción de empresarios y policías, ya podían haber comentado algo de los políticos, los verdaderos culpables. Que no está el patio como para andar respetando a los políticos.
2 comentarios:
Estimado Gustavo:
Hace poco he visto dos películas que me han parecido sublimes, se llaman Torrente y Condemor. Qué idea te merecen estos peliculones?
Lo siento.
No me suenan.
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