19/5/13

Adaptaciones literarias

Me han hecho notar algunos amigos que suelo ser bastante negativo con películas basadas en libros. En concreto me señalaban, recientemente, El gran Gatsby y Ana Karenina, películas que a ellos sí les habían gustado.
Puede que tengan razón. De hecho, tienen razón. Pero voy a justificarme.
No tengo inconveniente en que alguien coja Harry Potter, una novela decente, y haga una peli decente. No hay problema en que de una novela mala como Crepúsculo se haga una peli mala como Crepúsculo. Puedes tomarlas y experimentar. Optar por el drama, comedia, musical... Puedes jugar y arriesgar fórmulas estilísticas.
Pero con obras maestras de la literatura (Ana Karenina) o muy importantes (El gran Gatsby) el director tiene que estar a la altura. Tiene que sacar unas películas que se sigan viendo 150 años después, 100 años después. Y me parece que ninguno de los dos ejemplos citados conseguirá eso.
Si no lo van a conseguir (porque no han sabido captar el espíritu, porque no han sabido adaptarlos o porque, simplemente, el director no está a la altura del genio literario) me parece, además, injusto.
Para empezar el director no tiene que molestarse en escribir un guión. Ya está ahí. Y se aprovecha de un título conocido que la gente verá porque es conocido. Ni siquiera tiene que publicitarla. Se ahorra el guión, se ahorra la publicidad y se ahorra el esfuerzo de ser un genio. Le basta con ser mediocre para recaudar dinero.
Pero no basta para hacer una obra inmortal.
Ya ves. Por eso crítico con especial dureza estos intentos de creerse alguien sin serlo.

No hay comentarios: