No entiendo a esos críticos que la califican de notable para arriba o que incluso les parece una obra maestra. En mi opinión, simplemente, han encontrado cierta satisfacción intelectualoide a su gusto por el morbo.
No sé. Igual tienen razón y esta peli es enorme. Pero para mí esto no es arte. El arte, aun cuando narre las mayores perversiones, tiene la capacidad de una elevación porque percibe lo esencial de la naturaleza humana.
Y esta peli va en dirección contraria. No es que le guste estar a ras de suelo. Es que trata de embarrarse lo más posible.
Bueno. Ya le he dedicado demasiado tiempo.
4 comentarios:
Pero sobre qué va?
Sobre un hombre acusado injustamente de pedofilia.
A mí me gustó bastante, en el fondo es otra versión de las brujas de Salem o La duda pero a lo nórdico. O sea, crudamente.
Ya. Quizá me empiezo a cansar un poco de lo nórdico-crudo. Hace poco leí una novela de una danesa (otra novela negra nórdica) y aparecían unas niñas de 11 años que, por decirlo suavemente, eran unas brujas.
No sé si los nórdicos a esas edades ya son tan retorcidos y capullos. Pero psicológicamente no me cuadra.
En cualquier caso lo que no me gusta de todo esto es la conformidad: tenemos una sociedad permisiva que provoca trágicas consecuencias pero queremos seguir siendo permisivos.
En Salem te dejaban claro que, si algo está mal, está mal.
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