29/3/13

Grandes esperanzas

Estoy muy seguro de que Grandes esperanzas no se encuentra entre mis novelas favoritas de Dickens. Pero estoy igualmente seguro de que el personaje de la señorita Havisham es uno de mis preferidos.
Ahí, anclada perennemente en el día en que fue plantada ante el altar. Inmersa en la contradicción de los sentimientos: dispensando odio hacia los hombres, deseando que uno la hubiese desposado.
Y que sea Helena Bonham Carter quien le da vida (¿te acuerdas de La novia cadáver?), me parece un acierto inmenso.
Pero... Por supuesto. Es un folletín y exige una serie. Se nota, mucho, en el final. Atropellado, confuso, aturullado. Funciona muy bien al comienzo: hay menos personajes y Newell los dibuja con habilidad. Cuando los personajes se acumulan y hay que guiar hacia el final tenemos un problema.
Una adaptación realista (poco que ver con el póster en plan Lo que el viento se llevó), disfrutable, pero poco perdurable.

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