Esta película es una de esas raras piezas de
relojería que funcionan con una precisión absoluta. El montaje es una
demostración de fuerza, de lo importante que es este aspecto técnico para el
cine.
Kevin Spacey es Verbal. Y Verbal es
un delincuente tullido al que han detenido, que ha hecho un pacto con el
fiscal, que tiene inmunidad y que, sin embargo, se presta a responder algunas
preguntas que le hace el policía Dave (Chazz Palminteri). Porque le
gusta hablar.Y así es como nos enteraremos de la existencia del mayor criminal de todos los tiempos, Kaiser Sose.
No es una película para perezosos mentales porque hay muchos nombres, mucha gente y Verbal es un liante que dice y se desdice. Su relato nos conduce, poco a poco, al descubrimiento del verdadero rostro de Kaiser Sose.
Y descubrirlo es una de las razones por las que el cine sigue existiendo.
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