7/11/12

Sinister

Ethan Hawke es un escritor con unas aficiones un tanto macabras. Acude a los sitios en que se han cometido crímenes extraños para escribir sobre ellos. El tío se instala en la mismísima casa de los acontecimientos luctuosos con su mujer y sus dos hijos. Manías que tiene uno.
La cosa no le ha hecho amigos entre los polis, así que, cuando acude a un nuevo pueblo, a investigar un nuevo crimen, en una nueva casa, el sheriff le aconseja que se largue.
Y él no hace caso.
Lo único relevante, aquello que podría haberle dado un toque original, es la cuestión de las imágenes, la iconoclastia como solución. Pero es un recurso que apenas se menciona. Así que queda una película más bien del montón, alargada innecesariamente.
Es una vergüenza que, en pleno siglo XXI, la gente no sepa que con luz eléctrica se ve mejor que sin ella.
-No te preocupes, papá. Volveré a hacerte famoso.
Qué niña tan considerada.

2 comentarios:

edp dijo...

La premisa "escritor al que le gusta instalarse con su familia en casas malditas". Uno pensaría que a partir de ahí sólo puede empeorar.

Individuo Kane dijo...

Asi es.
Me atraía la dirección de Scott Derrickson. Hizo "El exorcismo de Emily Rose". Tenía que concederle una oportunidad.