22/9/12

Mátalos suavemente

-No somos los únicos tíos listos del mundo.
Esa afirmación, por supuesto, la pronuncia un tío que no lo es mucho (muy listo, quiero decir). Porque su plan infalible para robar a los mafiosos les pondrá un asesino tras los talones.
La crisis afecta a los criminales. Y los criminales se vuelven peores.
Mátalos suavemente tiene un estilo realista, sucio, rabioso. Es un ajuste de cuentas con Obama. Los discursos que vemos y oímos, funcionando casi como banda sonora, esa idea de América como pueblo, se ve devastada por el contraste de las imágenes.
Lo más decente que vas a ver en la película es el bar de un aeropuerto. Lo demás son arrabales, barro, suciedad, óxido. Y sangre. Unos personajes de conversaciones en profunda degeneración a la par que el mundo en que habitan. Más que una película de acción (aviso a los que esperan un pasatiempo) es un acta de defunción.
Pero está bien ver a Brad Pitt, Richard Jenkins, James Gandolfini, Ray Liotta dando vida a estos bichos mezquinos, sin escrúpulos. Creo que en toda la película no aparece ni un solo rastro de bondad.
-América no es un país. Es un negocio.

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