26/7/12

Batman Forever

Y luego, con Joel Schumacher, vino el desastre, la versión kitsch, colorista, grafitera y de neón.
Estaba Jim Carrey (Enigma) en su papel más insoportable por increíble que pueda parecer; Tommy Lee Jones (Dos Caras) sin tener ni idea de lo que hacía, pensando que tal vez su personaje era el Joker, motivo por el que no hacía más que imitar a Jack Nicholson; Nicole Kidman, espantosa, en uno de esos personajes de adorno que no tienen nada que aportar a la historia. Además pensaron que Val Kilmer daría mejor el pego como Batman. Gran error, obviamente.
La trama apenas tenía sentido y se iban inventando trajes, gadgets, situaciones, escenarios a medida que los necesitaban.
Batman Forever fue un intento de alejarse del oscuro mundo de Burton. Y Joel Schumacher no supo qué hacer. Pero no pasaba nada. Aún tenía otra película por delante para demostrar que podía dirigir aún peor.
Irónico y afortunado: Christian Bale, con 15 años menos por aquel entonces, se presentó a las audiciones para ser Robin. Visto en retrospectiva, que no le escogieran fue lo mejor que le pudo pasar.

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