29/6/12

Dylan Dog: Los muertos de la noche

Lo que más me gustaba de los cómics de Dylan Dog era algo que podríamos llamar su lógica paranormal.
Los humanos somos unos seres que nos fijamos demasiado en lo material. Tanto que muchos, incluso, niegan lo espiritual. Así de fuerte nos ata el cuerpo. Dylan Dog era un tipo que se paseaba por el mundo de lo paranormal con la misma lógica con la que se movía por el mundo material. Él rompía las fronteras porque no las veía. No las hay. Todo es lo mismo. Vampiros, licántropos, zombis, humanos... Daba igual. Lo vivo, lo muerto, lo no-muerto. Lo no del todo muerto. Lo de acá. Lo de allá. Lo paranormal era un modo de expresar lo sobrenatural. O, al menos, yo lo quería ver así.
Leí unos cuantos cómics hasta que me saturó su repetición.
Como película aislada podía haber evitado ese problema pero alberga muchos otros.
Series como Buffy cazavampiros y Sobrenatural tuvieron grandes capítulos. Como series largas también tuvieron capítulos pésimos. Dicen que Sobrenatural se encuentra metida de fondo en ello. Intentando ser cada vez peor. El principal problema de esta adaptación cinematográfica de Dylan Dog es que ha elegido lo peor de ambas series y las ha juntado pensando que multiplicaba negativo por negativo. Y no. Los suma.
Una pena que destrocen así otro cómic más. En realidad, casi lo único que conserva del original es el título.
Sólo me gustó la tanda de chistes acerca de Sclavi.

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