20/5/12

Es hora de morir

Si hablar mal de la gente estuviera bien, yo hablaría de Ridley Scott todos los días.
Pero desde pequeñito me dijeron que eso era una cosa muy fea y, muy especialmente, si él no está delante.
Así que aquí estoy, en un permanente estado de frustración, conteniéndome. Bueno, permanente no. A veces, el señor Scott las monta tan gordas que es imposible callar.
Blade Runner 2.
¿Habías oído antes alguna majadería más grande?
Quiero decir que, si en 1983 se le hubiese ocurrido hacer una segunda parte, habría sonado raro. Pero tendría un pase. Porque estaba en plena forma, aún conservaba ideas novedosas y una visión especial.
Pero, ¿ahora? El tío que ha dirigido cosas tan nefastas como Un buen año, tan malas como Robin Hood, El reino de los cielos, Los impostores, Hannibal, tan discretas como Red de mentiras, American Gangster, Black Hawk derribado. ¡Ah! ¡La teniente O'Neil! ¿Te acuerdas? ¿No es para troncharse? Y aquella otra de romanos que ya no me acuerdo cómo se titulaba, en la que Russell Crowe y Joaquin Phoenix intentaban dar alguna opción a aquel plagio barato de Ben-Hur.
Blade Runner 2. Y yo pensando que con la crisis habíamos tocado fondo.
Ridley, tío, en serio. Deja algunas lágrimas en la lluvia. Es hora de morir. Al menos, cinematográficamente hablando.

No hay comentarios: