28/1/12

Underworld: El despertar

Todo el mundo sabe que el ser más peligroso de la naturaleza es una madre.
Y si esa madre es una vampiresa ni te cuento.
Selene despierta de una hibernación de 12 años y descubre que tiene una hija con la que están experimentando. Así que ya te puedes imaginar cómo se pone.
Underworld 4 recupera el tono de Underworld: balas, nitrato de plata, granadas, explosiones, acción, sangre y buenos efectos especiales, no como Underworld: Evolution o Underworld: La rebelión de los licántropos, de las que los propios guionistas aún tratan de averiguar de qué iban.
No es que sea una buena película de acción, pero sí es una larga escena de acción. 85 minutos, ni un respiro, cuatro escenarios y a correr.
Me encanta cómo Selene se las ingenia para derrotar al licántropo gigante. ¡Pum! Genial.

27/1/12

Bajo amenaza

Nicole y Nicolas. Kidman y Cage. Embarcados juntos en esta película con fuerte tufo de serie B sólo que con presupuesto.
No es la primera vez que veo una película en la que no me importaría lo más mínimo que se cargaran a los buenos. Pero es que aquí los malos son tan ineptos que el único interés de la película reside en averiguar qué grupo es más idiota: los dueños de la casa (tres espantosos clichés) o los asaltantes (cuatro ejemplares de tarados mentales).
Y, como si se tratara de un film en el que se van dando vueltas las tornas, una y otra vez, todos hacen méritos alternativamente para ganar el premio a la estulticia.
Otro concurso que se podría hacer consiste en ver cuántas veces grita Nicole Kidman "no". Porque hace poco más que eso.
Cuando en una escena de supuesta máxima tensión, te estás riendo por lo ridículo del contexto, es que fallan muchas cosas.
Para cosas como éstas era para lo que estaba megaupload.

26/1/12

Firefly

Después de ver Serenity, supe que debía ver Firefly. Y ya ha llovido.
Hacer afirmaciones dogmáticas no está bien visto. La gente sobrevalora mucho lo de ser intelectualmente independiente. Aunque, curiosamente, quienes no aceptan los dogmas suelen ser las personas más manipuladas. Mucho amante de la ciencia-ficción me había afirmado dogmáticamente que Firefly era la mejor serie del género que se había hecho.
No me atrevería a decir tanto. Pero es posible.
Agotada y no renovada a los 15 capítulos, idolatrada por sus fans, la he visto como he podido: con mala calidad, malos doblajes, malos subtítulos. Y eso que la tenía descargada antes de que cerraran megaupload, antes de que internet, definitivamente, dejara de ser libre. Antes de que Estados Unidos diera otra paso para convertirse en China. Ahora será muy difícil encontrar esta serie, supongo.
Como sea, es cierto que este western espacial tiene mucha miga.
La relación entre western y espacio no es nueva. En el fondo se trata de lo mismo: el espíritu de frontera. Gente que prefiere lo desconocido, la aventura y, sobre todo, la libertad. Estado contra individuo. Seguridad contra libertad.
El capitán, antiguo combatiente del bando perdedor; la teniente, colega de la guerra; el piloto, marido de ella; la mecánico, siempre optimista; el mercenario bruto; el doctor perseguido por el gobierno; la hermana del doctor, un prodigio con quien el gobierno quiere experimentar; un predicador; una prostituta, perdón, una acompañante.
Estos son los nueve ocupantes de la Serenity, nave de carga modelo Firefly. De carga habitualmente ilegal. Honrados ladrones, ocasionales justicieros. Gente que quiere respirar en paz el amplio vacío entre las estrellas.
Ahora sé que tengo que volver a verla con buena calidad. No sé cuándo ni cómo. Pero el espacio es grande y muchas las ocasiones de aventura.

23/1/12

Sin salida (Abduction)

Cuando las fuerzas del orden público americanas se preparan para asaltar una casa, siempre tienen el detalle de no cubrir la puerta trasera para dar un poco de ventaja. Nunca he acabado de entender por qué la puerta trasera es menos importante que la de delantera. O por qué no vigilan las dos con igual intensidad. Al fin y al cabo es por la que huye el perseguido. Lo mismo sirve si son los malos los que asaltan la casa del bueno. Supongo que, a países diferentes, costumbres diferentes.
Abduction está plagada de estupideces como ésta. No sé. Supongo que tendré que comprarme el DVD para buscar en los extras, con la esperanza de que alguien me explique lo de la chica atada y amordazada que, de pronto, aparece tan campante.
La trama, ya de por sí, es inconcebible. Hijo de espía dado en adopción a otros espías, presentado como desaparecido, porque tal vez 17 años después pase algo.
Siempre pensé que Lance Reddick era el actor más inexpresivo del mundo. Después de verle en The Wire, Lost o Fringe tiene la excusa de que su papel es aparentar esa indiferencia. Ahora bien, Taylor Lautner le derrota claramente. Su capacidad expresiva llega hasta donde llega el movimiento de sus bíceps.
Lo peor es que pretende ser algo así como Con la muerte en los talones en plan teen. Qué espanto de película.

22/1/12

Los descendientes

Otra sobrevaloradísima película de Alexander Payne.
No digo que sea mala. De hecho, creo que es más que buena. Al lado de tanto drama exagerado, oscuro y retorcido, se agradece una historia verosímil, cotidiana y con fundamento.
Pero, al igual que con sus anteriores películas, me parece que tanta nominación y premio están sacadas de quicio. Tiene una cierta profundidad encaminada a esa escena en que George Clooney descubre que su esposa es su amor, su amiga, su sufrimiento, su alegría. El resto de profundidad que uno busque es extracinematográfica, sacada del contexto fílmico.
Es sugerente, sí. A ratos graciosa.
Me gustó mucho el novio imbécil de Alexandra. Qué tío tan insensato.

21/1/12

Bunraku

El Leñador es el amo de una ciudad oscura. Y cuando un tren se acerca a una ciudad oscura siempre hay un pasajero silencioso.
O dos.
Bunraku es una sucesión de guantadas y piñazos que descansa, de cuando en cuando, intercalando frases de tipos duros.
El reparto no está mal. Ron Perlman, Woody Harrelson, Demi Moore y un Josh Harnett al que creía desaparecido. Lo mejor es la estética de origami, marionetas e ilustraciones en relieve. Y no está mal la música de sala de juegos, videojuegos y pinball.
Podría haber sido mucho peor, pero le salva la estética. Podría haber sido mucho mejor, trabajando el guión. Se queda en tierra de nadie, creo yo.
La venganza, el ojo por ojo y diente por diente, siempre rima mejor que poner la otra mejilla. Y ahí está la excusa para dispensar tortas a mansalva.
Se deja ver si eres tolerante.

20/1/12

Justified 3x01

Ha vuelto Justified.
Pensé, supongo que tú también, que ese asesino tan frío y tan juguetón (contemos de 10 a 1) iba a dar mucho juego en esta tercera temporada.
Pero, mira tú, se le ocurre ponerse a jugar con Raylan Givens en el primer capítulo, todavía más frío que él. Qué gran escena. Qué tensa, qué sencilla, qué ingeniosa.
-Lo siento por tu mantel.
Ava, esa peligrosísima veleta, parece mostrar interés, ahora, por el negocio de la marihuana.
Y Boyd, dentro de la cárcel, ha llegado justo al lugar que quería. Junto al que disparó a Ava.
Empieza bien.

18/1/12

Sherlock. Temporada 2

2x01: Me parece que me va a costar mucho perdonarles lo que hicieron con Irene Adler. La genial ladrona transformada en una vulgar dominatrix. Please. Lo sé. Lo sé. Querían mostrar que Holmes era vulnerable a los encantos femeninos, que no era homosexual, tema con el que juegan mucho en esta temporada. Pero el modo de hacerlo no es destrozando a Irene Adler. Ay.
2x02: Aburrido, previsible, rutinario. Peor aún porque se trata de El perro de los Baskerville, uno de los más importantes relatos. Capítulo sencillote, ramplón. Elemental, querido Holmes. Digno de cualquier serie policiaca del montón. Pero no de Sherlock.
2x03: Genial, magnífico, sensacional, maravilloso, grande. Muy grande. No sólo un gran capítulo sino uno de los mejores capítulos de cualquier serie que uno se pueda echar a la cara. Guión, montaje, música y un ritmo trepidante. Rápido y enérgico todo el tiempo salvo en la escena del tejado: un frenazo en seco para reposar y acabar con Moriarty y Holmes conforme a lo previsto.
Y, ahora, tendremos que esperar, otra vez, mucho tiempo, para saber el modo en que Molly y Holmes solucionaron el problema final.
Pero lo de Irene Adler... Ay.

17/1/12

La chispa de la vida

El principal problema es que ni es comedia ni es drama.
El segundo problema es que, como sátira del circo mediático, tampoco hiere mucho.
El tercer problema es el tiempo: la distancia entre Madrid y Cartagena, los periódicos matinales por la noche...
Pero es gracioso ver a José Mota y Salma Hayek (chamaquita) acompañados de un nutrido reparto ocasional: Blanca Portillo, Carolina Bang, Fernando Tejero, Santiago Segura, Nacho Vigalondo... y Lorenzo, gótico siniestro.
Esta vez Álex de la Iglesia no ha dado con el tono. Aunque hace ya mucho tiempo que no da con él.
No sé. Tiene sus buenos puntos, pero no son suficientes. Le falta la chispa.

16/1/12

Tímidos anónimos

-Hola, me llamo Angélique. Soy  tímida.
La premisa es original. Angélique, chica tímida, consigue trabajo porque el jefe, otro tímido, incapaz de soportar más entrevistas, contrata a la primera que llega.
Y ya está.
Bien. Hay romance y los dos acaban juntos. Pero no hay más. La película dura solamente 75 minutos y le sobran unos 50.
Sorprende la incapacidad para desarrollar cualquier escena. Creo que a cualquiera se nos ocurren, rápidamente, tres o cuatro situaciones comprometidas y divertidas en las que situar a un par de tímidos patológicos. En Tímidos anónimos se les ocurrió la idea pero no el modo de sacarle partido. Así que estiran esa idea hasta el infinito.
Lástima, porque podrían haberle sacado muchísimo juego al embrollo del chocolatero ermitaño.
-Hola, me llamo Angélique. Soy chocolatera.

15/1/12

Homeland. Temporada 1

Una agente de la CIA, sometida a todos los exámenes de la Agencia, tiene trastorno bipolar paranoide, se medica en secreto y nadie se ha dado cuenta. ¿En serio?
La misma agente sigue a un marine sospechoso de ser terrorista. Me mantuvieron vivo 8 años por mi cara bonita, rezo a Alá, soy del Islam, pero no soy terrorista, soy majo. Ah, bueno. Entonces ya no sospecho de ti y, además, me enamoro. ¿En serio?
El chaleco bomba. ¿En serio?
Vale, no pasa nada. Hay muchas incoherencias e incoherencias gordas. Pero más inconcebible era 24 y funcionaba. No es mala serie de entretenimiento, pero no me parece, tampoco, una gran serie, no la gran serie del año de la que muchos hablan.
La he visto de tres tirones porque no acababan de engancharme esas pretensiones de ser tomada rigurosamente (Rubicón) mientras jugueteaba con lo inverosímil (Último aviso. Y conste que me gusta Último aviso. Porque no pretende ser más de lo que es). A decir verdad, la única razón para retomarla fue Mandy Patinkin - Iñigo Montoya - Saul Berenson.
El final de la temporada está bien, con Claire Danes loquísima de atar y, pese a todo, más cuerda que todos los demás juntos.
Como no se acuerde de Issa nada más empezar la segunda temporada, lo dejo. Sólo faltaba que pretendieran mantenernos en vilo, 13 capítulos más, con el recurso de tener algo en la punta de la lengua.

12/1/12

Recuerdo de una noche

¿Ves?
A esto lo llamo yo una comedia romántica.
¿Por qué es tan difícil hacerlas ahora? Chico conoce chica. Por supuesto. El argumento de siempre. Pero antes sabían plantearlo de modo original y los personajes, él, ella, los secundarios, eran auténticos, verdaderos, creíbles. Veo la mayoría de las comedias de ahora y todos los personajes me parecen iguales a los del día anterior.
Esa secuencia nocturna en las cataratas del Niágara, con esos contraluces y sombras, me parece una auténtica maravilla, una de esas cosas que ves y se te quedan grabadas. Barbara Stanwyck y Fred MacMurray son siluetas recortadas, a veces con los rostros ligeramente visibles para volver a ser siluetas. Una de esas cosas por las que un director de fotografía se gana su sueldo justificadamente.
Ella una ladrona, él fiscal. Una fianza, Mike el Gordo que piensa del modo que piensa y ya está el lío montado.
Otra pequeña joyita de los años 40.

11/1/12

La dama de hierro

-Alguien debe ponerse los pantalones. Esos hombres no tienen agallas.
La película es bastante hagiográfica, cosa que me parece bien, muy bien, porque soy de esos tíos retrógrados que pondría una estatua de la tendera y baronesa Margaret Hilda Thatcher en cada pueblo. Aunque sólo fuese por recordar que ella fue una de las tres personas que se cargó el comunismo. Ellos, los comunistas, fueron quienes le otorgaron tan honroso sobrenombre: dama de hierro.
Pero se queda lejos del nivel de The Queen. Ésta acertaba al elegir un instante de la vida de la reina, sólo uno, y, a partir de ahí, trazaba un perfil. La dama de hierro quiere repasar la biografía entera y, claro, así no hay manera.
Pese a todo tiene bastantes momentos interesantes. Como ese en que habla de los sentimientos y los pensamientos.
Bien. Meryl Streep se sale. Ya sea como Primera Ministra o como anciana con principio de Alzheimer, me deja alucinado.
Y, en fin, se vea como se quiera, en cuanto se fue ella volvieron los cobardes. Allí, aquí o allá. Ni uno solo de ellos ha sido capaz de tener sus tacones.

10/1/12

Sherlock Holmes: Juego de sombras

Mucha acción, poca deducción.
Tiene su gracia, pero no tanto como Ritchie cree.
Tiene sus momentos. Me gusta el final. La partida de ajedrez; esa pelea física entre Holmes y Moriarty que presencia el espectador, pero que sólo se desarrolla mentalmente en la cabeza de ellos; la caída en las montañas de Suiza conforme al libro; el epílogo.
Desde cierto punto de vista (la aceptación de que a Ritchie se le fue una vez más la pinza) me gusta el tiroteo del bosque en cámara lenta. No aporta nada, no tiene sentido, pero queda bonito.
Nacionalistas, anarquistas, terroristas. ¿O es sólo una mente la que está orquestando el caos en Europa? Poco 221B de Baker Street y mucho correteo por Europa.
Muy buena la puesta en escena. En eso no han escatimado.
Mucha policía, poca diversión.

9/1/12

El Havre

Pues que es de Aki Kaurismäki, qué quieres que te diga.
Delirante, ridículo, tierno, caricaturesco... genial.
Lo que más me gusta de Kaurismäki es su forma de iluminar. Esa luz oblicua que atraviesa el plano, que no viene de ninguna parte ni va a ningún sitio, que crea unos ambientes como de estampas antiguas, como de cuento con promesas de casitas de chocolate.
Me gustan, también, esos diálogos estrambóticos. Sobre los versículos de san Lucas o sobre mejillones contra vieiras, sobre ser limpiabotas o pastor, sobre el vestido amarillo que ella llevaba en La Rochelle.
-No te mereces a Arletty.
-Nadie se la merece. ¿Por qué no iba a escogerme a mí?
Y está Kati Outinen, la actriz que más cosas puede expresar desde su insobornable indiferencia.
Todo entra bien. Con gracia fluida, con el desconcierto que provoca que te muestren el mundo con una mirada nueva. Pero... Sí, pero... Siempre hay en sus películas algún momento que a mí, personalmente, me aparta, un momento que es excesivo, que es demasiado.
En El Havre, ese momento fue el del concierto benéfico de Little Bob. Toda esa secuencia es tan desorbitada... La separación por una discusión sobre el manzano del jardín, la reconciliación, el propio Little Bob, el cartel (¡ese cartel! ¡Little Bob: el regreso! ¡El regreso!). Me tronché, me reí muchísimo. Pero me expulsó tanto de la película, es tan surrealista, que me costó volver a zambullirme en la normalidad.
Bueno. El conjunto está muy bien, la verdad.
-Los milagros existen.
-No en mi barrio.
Hasta que ocurre uno. Precisamente por eso se llaman milagros.

8/1/12

The Yellow Sea

Me recuerda, en muchas cosas, a Dinero fácil. La trama, en lugar de desarrollarse en los bajos fondos de Estocolmo, tiene lugar entre las mafias de Corea del Norte, Corea del Sur y China.
La rabia se extiende.
La historia de un hombre desesperado en un mundo desesperado. Una violencia extrema, sucia, descarnada. Mientras te queda sangre, puedes seguir matando.
157 minutos conducidos a un ritmo vertiginoso, sin apenas descanso, plagado de elipsis para llevarnos a los puntos neurálgicos de las alcantarillas. El protagonista es un tipo prescindible, cebo ideal para un trampa. Pero se resiste a morir y él mismo se convierte en la trampa.
Creo que el cine coreano puede llegar a ser muy bueno. De momento, para llamar la atención, se desmadra con mucha facilidad. Pero pienso que, cuando reciba mayor reconocimiento, sabrá moderarse. Esa larga, agotadora, frenética fuga en los muelles, el barco, el camión, los coches, no tiene nada que envidiar a Hollywood. Y con un tono mucho más realista.
La supervivencia desde la miseria.

7/1/12

Navidades blancas

No tiene mucho que ver con la Navidad y ni siquiera con la nieve. Pero, pese a todo, ciertamente, es un musical navideño.
Guiado con la elegancia que caracterizaba a Michael Curtiz. Pienso que Frank Capra habría construido una obra maestra a partir del guión de esta película. Pero supongo que Capra no habría hecho un musical. Habría hecho Un gángster para un milagro.
La trama no es sencilla. Se conjuga la presencia de dos antiguos combatientes de la II Guerra Mundial que son bailarines y productores, la aparición de dos hermanas que bailan juntas y buscan promoción, un trabajo en Vermont, la historia de un general retirado... Y, obviamente, los romances que van surgiendo.
No la situaría entre los grandes musicales ni entre las grandes películas navideñas. Pero tiene su cosa, su gracia sencilla, su facilidad para hacer evolucionar una trama en la que muchos habrían tropezado.
Bien. Las navidades terminaron. Pero nunca es tarde para un poco de magia. Si te sientes nostálgico, Navidades blancas te satisfará. E incluye algún número bastante moderno para su tiempo: ese debate entre baile y coreografía.

6/1/12

Moulin Rouge

Lars von Trier ha hecho cosas buenas al cine. Y también mucho daño. Por ejemplo aquel musical, por llamarlo de alguna manera, llamado Bailar en la oscuridad. A partir de ahí, la gente cogió la manía de terminar los musicales con la muerte del protagonista. Véase, por ejemplo, la reciente tontería con la que todavía muchos babean, Cisne negro. Cosa que, a su vez, me hace pensar en que nadie vio West Side Story. Allí también moría el prota y la gente siguió haciendo los musicales como si no hubiera pasado nada: con final feliz.
Viene en los manuales. Musical=final feliz.
Carca que es uno.
Fred Astaire, Ginger Rogers, Bing Crosby, Esther Williams... Ah, qué tiempos aquellos.
El caso es que, gustos a parte, Moulin Rouge es llamativa visualmente pero una pedrada en muchos sentidos. La principal de ellas su inadecuación entre fondo y forma. Bailar en la oscuridad ya te preparaba para lo peor. Sin embargo, la estética kitsch, juguetona, tontuela y ridícula de Moulin Rouge, no encajaba para nada con ese final. No tiene, por otra parte, un baile inolvidable o una canción antológica. Pese a sus excesos coloristas.
Aunque:
-Que maravillosa es la vida, ahora que estás en el mundo.

5/1/12

Tentación en Manhattan

¿Influyen los críticos de cine en las decisiones del espectador?
Algo sí. En las pelis malas, por ejemplo, no hacen pases de prensa porque saben que la crítica las va a machacar. Es el caso de El código da Vinci o Torrente. Los americanos, por su parte, piensan que los críticos españoles influyen más que en otros sitios y, en ocasiones, aunque hagan pase de prensa, secuestran la crítica hasta el mismo día del estreno, como en Amanecer (1ª parte).
Yo me fío, en general, de algunos. De pocos. De otros, nunca. Y, de entre los que no me fío nunca, tengo algunos amigos. Bien pensado, mis amigos críticos son de los que menos me fío. Pero a veces tienes que ver con ellos cosas que te recomiendan.
Como por ejemplo Tentación en Manhattan. Una joyita de las comedias, fresca, distinta, divertida. Eso me dijo. Y lo dijo un tipo que, normalmente, va a por el cine de aristas. Pero esta peli le hizo tilín, quién sabe por qué. Y yo que veo a Sarah Jessica Parker, el título, el cartel...
Pues tirando a elemental. Le doy un aprobadillo por eso de las buenas intenciones. Pero nada más.
Lo bueno de esto es que, el próximo día, le colocaré Franklyn, que a mí me gusta y sé que a él no le gustará.

4/1/12

Rápida y mortal

Me puse con ella porque era una de las pocas cosas que no había visto de Sam Raimi.
Desde el momento en que una mujer es la pistolera en una película del Oeste, hay que decir que se trata de un Western atípico. Hay pocos. Johnny Guitar y, en cierto modo, Valor de ley.
Rápida y mortal está lejos de estas dos pero merece, creo yo, cierto respeto. Porque la dirige Sam Raimi y porque trabajan Sharon Stone, Gene Hackman, Russell Crowe y Leonardo DiCaprio.
Un pueblo que organiza un concurso de duelos a muerte y al que acuden pistoleros descerebrados, lo mejorcito de cada familia. Un pueblo que se encuentra gobernado por un tal Herodes.
Y Lady se apunta al combate.
Es verdad que tiene elementos demasiado exagerados: esos bonitos agujeros en el cuerpo, ese balazo final que hace dar una vuelta de campana. Pero también tiene sus cosas buenas. Me gusta mucho el comienzo, la presentación de personajes, los secundarios.
Sirve para pasar el rato cómodamente.

3/1/12

El topo

Mira que es grande Gary Oldman.
Esta película de espías no va a gustar al público general. Y a Tomas Alfredson, su director, le importa un pito que no guste. A mí me parece muy bien.
Es seca, pastosa, difícil de seguir. Si pierdes un detalle, algo de la trama se te va. Y no va a repetirte las cosas dos veces. A Anna, la mujer de Smiley, la vas a identificar porque lleva un vestido rojo. Por poner un ejemplo que debatieron mucho las dos viejecitas que tenía detrás. Hasta que una de ellas, por fin, se quedó dormida.
No es que John LeCarré me guste mucho. He leído cosas suyas y sé quién es Smiley, la organización Circus y me hago cargo de su mitología sobre los servicios secretos británicos. Pero me parece que Alfredson le ha mejorado.
Vi un par de veces Déjame entrar y sospecho que con El topo haré lo mismo. Tampoco más porque no son películas para alegrarte la vida. Pero sí merecen dos visionados porque tiene estilo y personalidad.

2/1/12

Un lugar para soñar

Para empezar el año, una película bonita y familiar, pero no cursi.
Cameron Crowe acierta en el tono de la película. Un joven viudo, padre de dos hijos, busca casa para empezar de nuevo. Acaba liándose la manta a la cabeza y comprando un pequeño zoo.
El primer acierto es que, aun contando con Matt Damon y Scarlett Johansson, no les mantiene en un perpetuo desfile de modelos. Trabajan en un zoo y tienen aspecto bastante normal. También está Elle Fanning que, como también sale en todas las películas que puede, tenía que acabar coincidiendo, tarde o temprano, con Matt Damon. Esta chica debe estar perdiendo un montón de clases.
El segundo acierto es que, para ser una película familiar, la relación padre-hijo no es un cliché (véase el broncazo de Matt Damon al chaval: justificado, verosímil, racional). Debería aprender Spielberg y aplicar algo de esto a Falling Skies o Terra Nova.
El tercer acierto es que no cae en el ecologismo barato. A los trabajadores del zoo les gustan los bichos pero saben que las personas son lo primero.
Un cuento bien contado, amable, entretenido. Previsible, pero era a lo que íbamos.