15/9/11

Meek's Cutoff

1845. Oregón.
O alrededores.
Tres familias de colonos, bajo la guía del dudoso Meek, se han perdido. Buscan agua desesperadamente.
Sin épica, sin ideaslismos, sin leyenda. La vida dura, áspera, despiadada, del salvaje Oeste. La antiaventura llevada al extremo.
La película tiene un año (ganó el León de Oro en el Festival de Venecia) y no hay perspectivas de que se estrene en España. Lo entiendo, en cierto modo. No sé qué clase de público aceptaría este tipo de cine en el que un pañuelo llevado por el viento se convierte en acontecimiento.
Kelly Reichardt se la juega con una historia sobre la esperanza y la desesperación. Una metáfora de la vida en la que, la única opción, es seguir adelante y apostar con los ojos cerrados en quién confías, a través de grandes silencios y de paisajes tristes y bellos.
Y el oro. El oro que no se puede beber.

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