10/9/11

La deuda

Toda esa parte que se desarrolla a mediados de los 60, en Berlín Este, me pareció cine. Cine de verdad. Con todos los ingredientes de las pelis de espías, narrado con lenguaje clásico, la psicología de los personajes definiéndose escena a escena.
Esos tres jóvenes y presuntuosos agentes del Mossad secuestran al doctor Vogel. Pero el cirujano de Birkenau es demasiada mente para ellos y les dejará secuelas para toda la vida.
Luego viene la parte de Israel-Ucrania a finales de los 90. Vete tú a saber por qué, alguien tenía interés especial en que la peli durase menos de dos horas. La cosa se muestra atropellada, confusa, deslavazada. Y es una pena porque es la parte de Helen Mirren.
Y Sarah escribiendo un libro para contar la verdad. Lo que ella, pobre, cree que es la verdad.
El conjunto me resultó satisfactorio, solidísimo en ocasiones, pero podía haber sido muchísimo más de haber cuidado mejor la segunda parte.

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