18/7/11

Nuestra canción de amor

Ayer vi esta película y me gustó mucho.
Si la veo mañana quizá la hubiese odiado.
Podría haberla odiado ayer y apreciarla mañana.
Tiene muchos momentos deliberadamente sentimentales. Pero también secuencias muy originales, extravagantes, cómicas, tristes, brillantes. Esa estancia en el Jardín del Edén (después de haber comido unos pasteles ambiguos), esa persecución tontuela, esos dibujos animados de pájaros.
Muy bien Zellweger. Sobresaliente, una vez más, Whitaker. Y la vida sigue al ritmo de la música de Bob Dylan, de la road movie sudista, de gentes singulares que van y vienen, de charlas con los ángeles, de un simpa en un restaurante de carretera.
Ella paralítica, él con esquizofrenia. Pero adelante. Con miedo. Pero adelante. Porque nadie está tan solo como piensa.
En el fondo todo se reduce a una sola cosa.
Creer o desaparecer. Esa es la cuestión.

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