10/7/11

Luther. Temporada 2

Sólo cuatro capítulos.
Cuatro capítulos de una tensión descomunal.
Aún hay guionistas que saben concebir crímenes originales, brutales, impactantes, irracionales. Y directores que saben presentarlos.
Hay momentos de una fuerza extraordinaria. Los policías contemplando en la cámara, por gentileza del criminal enmascarado, un asesinato aleatorio. O esa secuencia, casi sacada de una película del Oeste pero en las calles de Londres, con el asesino envuelto en un chaleco de bombas, a un lado, y Luther, al otro, con un bidón de gasolina.
Un detective negro camina encorvado, las manos en los bolsillos, en el frío londinense. Dos casos de psicópatas y un marrón de los buenos porque hay quien le extorsiona. Luther hace malabarismos para salir de los fregados en que se mete.
Lástima Alicia. Aparece poco, a veces sólo citada. Aunque su fantasma planea por ahí, ha sido una pérdida. Tal vez para otra temporada podamos disfrutar más de nuestra psicópata favorita.
Y, al final, la misma pregunta:
-¿Y ahora qué?

3 comentarios:

edp dijo...

A mí me pareció un poco grandilocuente, los casos daban para más de dos capítulos cada uno. Es una pena que se inventen al asesino del milenio y se lo ventilen tan tontamente (sobre todo al primero). También veo defectos en ese rollo torturado que tiene siempre encima, como si no le quedara otro remedio que pringarse con todos los casos. La subtrama de la niña, por cierto, me pareció fatal llevada. Y un poco excesivo que Luther esté en casi todas las escenas.
El comienzo de cada capítulo, lo mejor, eso sí. Escalofriante el comienzo del último.

Individuo Kane dijo...

Creo que tienes que mirarla con mejores ojos. Me parece una serie policiaca bastante buena. No en plan obra maestra sino en cuanto a suspense, sorpresa... escalofríos.
Sí es verdad que Luther está en todas las escenas: se nos diluye Alice, la detective negra, el ayudante... Personajes de los que no sabemos nada y que quieren apuntar a algo.

edp dijo...

Sí, si me la he tragado a ritmo de emisión y con ganas. Pero eso, que me parece grandilocuente, un poco a lo Whitechapel, por ejemplo.