18/6/11

Kung Fu Panda 2

Son 80 minutos repletos de acción veloz y de chistes. Cuando no están enzarzados en una original pelea, están diciendo tonterías. A veces ambas cosas a la vez.
-¿Cuál es el plan?
-Paso número uno: rescataros.
-¿Y ahora?
-Nunca pensé que llegaría tan lejos.
Po sigue siendo Po: gordo, peludo, entrañable, bonachón. Mirando siempre el lado bueno de las cosas. Un poquito irritado porque, ahora que se ha apuntado al kung fu, le dicen que el kung fu ha muerto. Un malvado pavo real y su pólvora van a ponerle fin.
Po soporta todo el peso. Apenas hay hueco para profundizar en los otros personajes. No hay tiempo. Todo ocurre a velocidad de vértigo, sin pausa, sin conceder respiro. Y con un nivel de detallismo casi exagerado. No sorprende como hizo la primera y el guión es mucho más flojo. Pero Po sigue siendo Po.
Conserva la paz interior, Guerrero del Dragón. Y recuerda: si tú eres un oso panda y tu padre es un ganso, es posible que tú seas adoptado.
Ah, la sabiduría oriental...

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