23/6/11

El misterio de las doce sillas

Mecachis en la mar.
Juan quería saber mi opinión sobre esta película porque la tiene puesta en un altarcillo. Todo el mundo ha visto El jovencito Frankenstein y a casi todo el mundo le gusta. Yo soy una excepción y, mis reticencias hacia Mel Brooks, tienen cierto fundamento: esos diálogos interminables, la falta de ritmo, los zoom brutales sin venir a cuento, errores evidentes a la hora de montar el material haciendo confusa la narración...
Juan no me dijo mucho de la película pero la película me dijo mucho de Juan. De su peculiar sentido del humor, de una cierta percepción de la realidad.
A la muerte de su suegra, Vorobyaninov busca la silla en la que ella guardó las joyas justo antes de que empezara la gloriosa Revolución. Pero también la buscan un pope y un buscavidas. Tres estratos de la sociedad soviética.
Se basa en la novela de Ilf y Petrov, esos dos tipos que, incomprensiblemente, lograron esquivar la censura soviética. Al parecer, cuando satirizaban a burgueses, clero y vagabundos, las autoridades no percibían que, lo que estaban criticando, realmente, era la demencial situación de Rusia. Recomiendo leer a Ilf y Petrov, muy superiores a esta adaptación.
Así son las cosas. ¿Comedia? No sé.
-Los rusos no hemos nacido para ser felices.
Ahora me voy a cantarle las cuarenta a Juan.
Mecachis en la mar.

1 comentario:

edp dijo...

En cualquier caso, felicidades a Juan en su día.