22/4/11

Juego de tronos. Episodio piloto

Para uno (léase yo) que es fanático de Tolkien desde 1985, los libros de fantasía suponen una tentación. Busca en ellos algo que se acerque, aunque sólo sea un poco, al genio del profesor. Tengo en versión digital todos los libros de Canción de hielo y fuego de George R. R. Martin y, a diferencia de la mayoría de los aficionados, yo esperaba que la serie se pareciera lo menos posible a la versión literaria.
No pude leer más de unos cuantos capítulos. Es absolutamente convencional, tópico, descaradamente comercial. Nada que demuestre que detrás hay un trabajo serio, intenso. Sí, ya sé que el listón de Tolkien está muy alto, pero Martin ni siquiera llega a la altura de Ursula K. Le Guin.
Pese a todo, si a mí me das bosques con nieve, ya tienes mucho ganado. Así que el comienzo, con todos esos cadáveres, me gustó. Después, adiós. Gente y gente y más gente, multitud de personajes, con prisa para presentarlos. Por supuesto, para poder asimilarlos, tienen que ser arquetipos o excéntricos o ambas cosas.
Y luego está ese estilo sucio, barriobajero, desesperanzado, tristón de la HBO.
Veremos cómo sigue esto. Pero me da a mí que no.

2 comentarios:

edp dijo...

Te diré si no lo has visto que en el segundo empeora, toma unos aires tontunos muy tipo Los pilares de la tierra.
Tampoco estoy de acuerdo con la descripción HBO, pero bueno.

Individuo Kane dijo...

Sí, bueno. Lo de la definición HBO no vale para todas las series, es cierto. Cada equipo hace lo que quiere con ellas.
Pero está claro que HBO siente una especial predilección por el tono triste.
Sigo pensando que el Arte debe mejorar la realidad, incluso cuando toca temas duros (Breaking Bad) o grises (Rubicon) o lo que sea. HBO no lo hace. Percibe la realidad peor de lo que es.
Bien. Esto necesetaría un análisis más extenso. Pero sigo prefiriendo, con mucho, lo que hace AMC.