5/3/11

Destino oculto

No se puede decir que sea muy original pero, a pesar de ello, resulta fresca e intrigante.
Los Agentes del Destino recuerdan en muchas cosas a los Observadores de Fringe: se dedican a lo mismo, traje, sombrero, se toman algunas molestias por las personas que les gustan... Las puertas se comportan como las de Monstruos S. A. (siempre y cuando tengas el sombrero adecuado): abres la puerta y... ¡ups! Campo de fútbol. Abres otra y... ¡ups! Estatua de la Libertad...
Los diálogos, por lo general, me parecen buenos. Está bien esa conversación entre Matt Damon y Emily Blunt el los baños del Astoria. O el discurso político que viene justo después, acerca de lo muy artificioso que es alguien que parece auténtico.
Deberían haber sido un poco más rigurosos con las reglas de juego. No puede ser que los Agentes del Destino, tan previsores ellos, se dejen ver a través de una ventana.
Me gusta el cuaderno con las líneas de los destinos.
Sea como fuere, pasé gran parte del tiempo pensando que, si esto hubiese caído en manos de Christopher Nolan, estaríamos hablando de otro peliculón.

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