30/3/11

Mad Dogs

Esta rareza macarra de unos ingleses cuarentones que se reencuentran en Mallorca, tiene momentos delirantes.
-Esto es lo más surrealista que me ha pasado en la vida -dice uno-.
Y tú miras atónito porque todo lo que les sucede es absolutamente surrealista. Y es que, aunque sean cuarentones, tienen la mentalidad de quinceañeros hormonados. Y es difícil imaginar cómo se pueden tomar decisiones peores que las que estos tíos toman. Y difícil meter la pata, el pie (ese pie), más de lo que ellos lo hacen.
No sé qué elegir como extravagancia número 1: la progresiva amputación de miembros del cadáver, el Oompa-Loompa español, el momento en que se ponen pinturas de guerra...
Lo peor es que se esfuerzan demasiado por buscar situaciones excéntricas.
Ya lo dice María Botto, aporte español:
-Borrachos ingleses. ¿Os creéis que esto es el Tercer Mundo?

29/3/11

Sucker Punch

Al igual que con 300 o Wachtmen , me gusta el comienzo. Y nada más.
Zack Snyder vuelve a realizar una obertura grandiosa, visualmente impactante, lúcida, potentísima; un relato cerrado en sí mismo y una historia que, desde luego, vale mucho más que todo el videojuego restante.
Porque me encanta la acción bien hecha. Pero mezclar samurais gigantes, robots nazis, orcos, dragones y asaltos a trenes en lunas de Saturno es incongruente, sobre todo si el aspecto digital te echa a patadas de la película.
Y un cóctel curiosísimo de intérpretes. A la plantilla de veinteañeras se suma Carla Gugino, John Hamm y Scott Glenn.
En una época llena de películas con carencia de ideas visuales, Snyder las vomita sin sentido. Qué poco repartidos están los dones en este mundo. Nuestro chico necesitaría ir a reuniones anónimas de moderación.
-Hola, soy Zack y me desmadro.
-Hola, Zack.

28/3/11

Inside Job

Lo que a Ferguson más le cabrea es que los responsables directos de la crisis actual, los ejecutivos de Goldman Sachs, Lehman Brothers, Bear Stearns y compañía, no sólo no hayan sido juzgados sino que, actualmente, son los asesores económicos del Gobierno de Obama.
No me parece un gran documental y, por supuesto, no creo que sea merecedor del Oscar. No pasa de ser una serie de entrevistas mediante el sistema del busto parlante: un grupo de señores que cuentan cosas. Ocasionalmente, algunos gráficos tratan de explicar operaciones económicas, pero no me ha parecido muy dinámico, ni inteligible: demasiados nombres de personas y poco claro en su primera parte.
Entiendo que los economistas flipen con ella porque el contenido, a poco que esté concienciado uno, es cabreante.
Pero a mí me cuenta algo que ya sabía: si has hecho mucho dinero quieres hacer más. A cualquier precio y sólo por diversión.
Muy divertido cómo, al señor de la foto, le sacan de sus casillas.

27/3/11

Potiche, mujeres al poder

Alguien tendrá que explicarme algún día por qué una casta tan burguesa como los directores de cine franceses, critican tanto a la burguesía. Supongo que porque es lo que conocen.
Es la historia de una mujer florero que, por cosas de la vida, encuentra un hueco para la iniciativa y, entonces, ya no hay quien la pare. ¡Vivan las amazonas!
Esta vez Ozon suaviza mucho su sarcasmo para dejarlo en ironía. Tratamiento con pastillas antiácido, imagino. También reparte caña a sindicatos y comunistas. En el fondo no puede ocultar su admiración por la protagonista.
Pero, ¿acaso hay alguien que pueda resistirse a Catherine Deneuve, siempre espléndida ya tenga 25 o 67 años?
Y sí, Gerard Depardieu también sale en esta peli.

26/3/11

Roswell.3ª temporada

Final de la serie con varios capítulos iniciales que no conducen a ninguna parte, simplemente a ocupar tiempo antes del fin. Luego se anima mucho.
Siguen teniendo ideas muy interesantes. Hay un capítulo en el que Isabel Evans se plantea la posibilidad de confesar a su marido que es alienígena. Comienza a imaginar lo perfecto que sería todo y, entonces, el episodio se convierte en una sitcom con risas enlatadas, decorados sesenteros y referencias a Embrujada.
En los capítulos finales, se cierra el cerco y hasta los padres sospechan cosas. Se llega a una situación insostenible. Y, cuando ya nada puede ir peor, reaparece Tess con el bebé, cargándose un avión de las fuerzas aéreas y toda una base militar.
De nuevo, pienso que deberían haber ido más despacio y que desaprovechan las buenas ideas en un afán por agotar todas las opciones en 40 minutos. Con todos sus defectos, Roswell tuvo estilo y dejó en bandeja el camino abierto para quien quisiera hacer las cosas bien. Smallville le debe mucho: tomó lo mejor de ella, limó errores y logró el tremendo éxito que ha tenido.

25/3/11

Supervivientes

La primera temporada es algo más introspectiva. Qué hace la gente en una situación extrema. La segunda también tiene algo de esto, pero menos. Está el hombre con miedo que no quiere que sus hijos contacten con nadie, los que se agrupan en sectas, la ministra en el centro ecológico que sigue pensando que el Estado es más importante que el individuo y se convierte en dictadora, la médico que deja de ver sentido a su profesión, los que van a su aire, un profesor de Historia Clásica con la brillante idea de la esclavitud, los que montan gobiernos por su cuenta...
La segunda temporada es más aventurera, con la conspiración de la farmacéutica al fondo y alguno o varios de los protagonistas al rescate de otros que han sido secuestrados.
La serie tiene cosas muy buenas, empezando por el personaje de Tom. Complejo. Y otras cosas extremadamente inverosímiles que me sacaban de la historia y hasta me hacían soltar la carcajada (el disparo de Peter, a lo loco, acertando justo en el corazón; algunos diálogos de vergüenza ajena...).
Lo que no acabo de creerme es a toda esa gente que va por ahí, sin armas, con el lirio en la mano, pensando que, ahora que hay menos gente, ya vamos a ser buenos. Yo tengo muy claro que lo primero que habría hecho en esa situación habría sido ir a una armería y conseguir armas. Muchas armas.
Y no me negarás que, si nuestros chicos hubiesen hecho lo mismo, les habría ido mucho mejor. Tener armas no significa que seas malo. Significa que no eres un idealista muerto.

24/3/11

Gnomeo y Julieta

Es posible clasificar a los dibujos animados según la intención de a quién se dirigen.
1. Los dibus para peques. Léase las múltiple historias de Barbie, la legión de hadas y todas esas producciones rápidas. Algunas hasta tienen calidad, ojo. Véase Campanilla (2008).
2. Los dibus dirigidos a adultos.
3. Los dibus que sirven una de cal y otra de arena para intentar mantener contentos a todos. Un chiste para los adultos, otro chiste para los peques.
4. Los dibus de Pixar: para todos.
Gnomeo y Julieta está en el grupo 3, lleno de desesperación por estar en el grupo 4 y, por tanto, en tierra de nadie. No niego que tenga algunos golpes graciosos y hasta ingeniosos. Situar a Gnomeo y Julieta en una guerra entre gnomos de jardín azules y rojos, tiene su cosa. Pero, a la postre, lo que queda son gags. Sólo eso. No una película con una trama.
Y, vale, cuando se ponen tiernos, me parto la caja.

23/3/11

El rito

-¿Qué esperabas? ¿Cabezas dando vueltas?
Es lo que le dice Anthony Hopkins a un seminarista escéptico tras una sesión de exorcismo. Y es, supongo, una advertencia para el espectador que va buscando otra de terror.
El rito pretende tomárselo en serio. Bueno, no del todo pero bastante. Es bastante minuciosa en explicaciones sobre lo que hace un exorcista. Y, en cierto modo, tiene mucho de psicológico, especialmente durante el último exorcismo.
Tampoco es que se anden con tiquismiquis. La elección de una chica embarazada como sujeto de posesión es bastante fuerte. Pero me da la sensación de que tampoco aporta nada nuevo. Después de El exorcista y El exorcismo de Emily Rose creo que va a pasar bastante tiempo antes de que alguien vuelva a hacer algo inteligente con un tema más sobado que la bandera española tras ganar el Mundial.

22/3/11

Nunca me abandones

Nunca me abandones es una película tan triste que duele.
Mark Romanek es un buen director para dirigirla. Un tipo especialmente capacitado para componer esos planos: tan hiririentes (y tan bellos) que te arrancan la esperanza, te quitan las ganas de vivir e, incluso, los deseos de escribir un blog.
Lo peor no son esas fábricas de clones. Lo peor es el modo en que han anestesiado la libertad de los donantes, su incapacidad para la rebelión, la aceptación indolente de su destino. Entregan sus órganos sin resistencia y, además, son estériles. Hasta su amor parece condenado a no dar frutos.
Impresionantes los silencios de Carey Mulligan y los gritos de Andrew Garfield. Un poco más deslucida Keira Knightley. Una película que justifica ampliamente la existencia de comedias. Aunque no sé si existe una vacuna lo suficientemente divertida para esto.
Al final, todos cumplimos.
Por cierto: son brutales esos eufemismos.

21/3/11

Sons of Anarchy. Temporadas 2 y 3

Cuando la gente dice que Sons of Anarchy es un drama shakesperiano te das cuenta de que la gente no ha leído a Shakespeare. Lo han visto en alguna peli o han oído campanas. Pero sólo eso.
Estos chicos tan bruticos, tan amorales, no tienen remedio. Y la serie, que debería haber finalizado, tampoco.
La segunda temporada está bien. Mejor dicho: no está mal. Flojea pero tiene grandes momentos. Momentazos. La trama aún es buena, precisa. Las cosas ocurren con lógica.
Mi escena favorita. La agente de la ATF, con una pistola en la mano, está pegada a la pared, de pie en una habitación, un cadáver a sus pies. La jovencita neonazi, con una pistola en la mano, está en el pasillo. La matriarca de los Hijos, con una pistola en la mano, entra por la puerta de la calle. La cámara gira desde el interior de la habitación y las tres aparecen en el mismo plano. Una composición fascinante, sin forzar las cosas, porque tenía que ser así.
La tercera temporada es superflua. El secuestro del niño es de lo más pedestre. Se van a Belfast a rescatarle, a pegarse con los del IRA. Y no tienen mucho que contar. El rescate se estira durante 11 capítulos que no ocultan su carácter de excusa y prolongación. En Charming, para que ocurra algo, también secuestran a Tara.
Y, entre tanta mafia, y grupo terrorista, el mejor personaje, la peor criminal, es la agente Stahl. Una señorita lesbiana capaz de matar a su compañera y amante para trepar dentro del FBI. Y, con cada decisión, va dejando tras de sí una tormenta de mierda. Su personaje viperino, por increíble que pueda parecer, destronó a Katey Sagal.

16/3/11

En el centro de la tormenta

Si me pidiesen dirigir una película probablemente diría que no, por un motivo muy sencillo: no sé hacerlo.
Sin embargo, si esa película transcurriera en Luisiana me atrevería a decir que sí. Habría que ser muy zarpas para destrozar algo en ese ambiente. Pongas la cámara donde la pongas seguro que queda bien: calor, manglares, sudor, color sureño, suciedad fotogénica. Y creo que cualquier cosa inspira. En un sitio así, casi cualquier cosa es posible.
Supongo que es lo que le pasó a Tavernier. Abandonar Francia para dirigir una película policiaca sin nada de especial. Pero son los alrededores de Nueva Orleans. Y ese ambiente, ese caldo de cultivo, permite muchas sugerencias. Incluso atreverse con el realismo mágico y esos sueños de Tommy Lee Jones (compartidos extrañamente con un irreconocible Peter Sarsgaard) con el general confederado.
Tampoco están nada mal las palizas que sacude este sesentón. Especialmente el debate que mantiene con John Goodman.

15/3/11

036

Creo que ésta es una de las razones por las que el western nunca muere.
Las pelis del Oeste crean un sentimiento. El hombre, solo, contra la injusticia. La capacidad de sobreponernos a la adversidad. Nadie piensa que un día montará un caballo, se ceñirá una canana, pistolas al cinto y espuelas. Pero seguro que lo que siente Carolina Bang en este corto sí que lo hemos experimentado alguna vez. La forma en que la visten (vaqueros, camisa de cuadros) busca incrementar la sensación.
Me gusta también el juego de miradas entre todos los implicados. Un tanto exageradas pero, gracias a eso, casi podría ser mudo. Y las reacciones: esa convulsión de todos los cuerpos cuando la mano sella el impreso. Muy bueno.
Y si tú eres un funcionario... espero que lo entiendas. Porque estamos solos ante el peligro.

14/3/11

Mad Men. Temporada 2

El mérito que le veo a esta serie es su capacidad para confirmar la teoría de la relatividad. En tiempo real, cada capítulo, dura unos 45 minutos. Más o menos lo habitual. En tiempo subjetivo vienen a ser 3 o 4 horas.
¿No te parece que es aburrida, sosa, irrelevante? El último capítulo es una pequeña continuación del último capítulo de la primera temporada. Es decir, lo que debería haber ocurrido nada más empezar la segunda temporada. Pero lo dejan para el final y, entre medias, todo es relleno. Nada que haga evolucionar a los personajes, nada que me interese, nada que me haga entender por qué esa admiración general por Mad Men. Ver la segunda temporada comenzó siendo, básicamente, un desafío formal. Terminarla, un desafío neuronal.
Cada vez que veía uno de sus capítulos de 3 o 4 horas tenía que aligerar, con otra cosa, la pesadez mental que me provocaba. Generalmente con un capítulo de Eureka que, vale, es una tontería y no está cargada de esteticismo ni de gente con estreñimiento crónico. Pero Eureka, cuando parece agotada (y lo parece muchas veces) tiene la capacidad de reinventarse a sí misma (la aparición de James Callis haciendo sus gaiusbaltaradas). Y la relatividad funciona al revés. Los 45 minutos transcurren en 20.
Para terminar: ¿por qué, en Mad Men, todo el mundo habla en voz baja? ¿Temen despertar al espectador?

13/3/11

Cuestión de principios

Demasiado sencillita y poco cuidada en su puesta en escena. Flojea esa iluminación, el sonido y los aspectos técnicos en general. Rodrigo Grande confía toda la cinta a las interpretaciones, esperando que los actores resuelvan la papeleta.
Es entretenidilla, tienen sus puntos de gracia y hasta su miga de mensaje. Pero, como ocurre siempre, no basta con poner la cámara ahí y rodamos.
Me gusta el comienzo, ese comentario de oficina en el que uno de los empleados analiza Ciudadano Kane mientras se toman un café. La gente alucina en colores con ese tipo que ha visto una peli que acaba con un trineo y es en blanco y negro. Gracioso.
Pero, evidentemente, lo mejor es Norma Aleandro. A este tipo de actrices que llevan la vida entera en escena las llaman grandes damas. Norma Aleandro es una gran dama del cine argentino. Yo creo que es más que eso. Creo que es la expresividad con patas. No le hace falta hablar. Basta verla para saber lo que está pensando, lo que siente y hasta qué pasa por su subconsciente. Buena escena, la de la perfumería:
-¿Vos crees que esto es una película americana?
Inmensa.
Y, además, tiene muy buena química con Federico Luppi.

12/3/11

Incendies

Para mi gusto resultan excesivas todas esa serie de coincidencias que ocurren. Sé que funcionan como expresión de lo que el director quiere contar (algo así como que la violencia siempre vuelve a ti, que la violencia engendra violencia). Pero aún así me parece un recurso extremo. Ocurre algo similar con esas dos cartas, esa adivinanza, ese puzzle que es el testamento. También es inverosímil pero, en este caso, forma parte de las reglas del juego y creo que es apropiado.
La película discurre con ritmo pausado. Hasta que, de pronto, te sobrecoge con esos arrebatos de violencia ruin. La secuencia del autobús es tan brutal y descabellada que sólo caben dos opciones: quedarte encogido en el asiento conteniendo la respiración o gritar. Y no exagero. Oí un par de gritos en la sala. El primero coincidiendo con el primer disparo, el segundo con el último. Tremendo.
Es una película que ves, como dice el testamento, con un puñal en la garganta.

9/3/11

Encontrarás dragones

Pase de prensa en una ciudad que no es Madrid ni Barcelona.
Genial.
No es La misión ni Los gritos del silencio. Tampoco es, gracias a Dios, el engendro de Cautivos. Es mejor que La ciudad de la alegría, en mi opinión.
Es una biografía de san Josemaría Escrivá en los años en que funda el Opus Dei (República y Guerra Civil). Es también una biografía del propio Roland Joffé. Ambas cosas con su mezcla de realidad y ficción. La cuestión es: ¿por qué, para contarnos su historia, Joffé escoge como colega de aventuras a Josemaría?
Supongo que porque Joffé ha encontrado dragones y no sabe qué hacer con ellos. No es su mejor película pero sí es la más personal, con muchas dudas e interrogantes, volcando sentimientos a borbotones.
Me gusta la gran cantidad de personajes secundarios que aparecen, ofreciendo variaciones y matices sobre el tema principal. Y tiene gracia ver a uno de El internado (Carlos Leal) junto a, por ejemplo, otra de El imaginario del doctor Parnassus (Lily Cole). Ese reparto internacional funciona bastante bien.
No me gusta esa secuencia de Idilko: sospechosa de traición, suicidio del capitán, le hacemos pasar por culpable, la soltamos a ella... Demasiado inverosímil. Supongo que de alguna manera tenían que sacar adelante la historia del embarazo y sus repercusiones, pero no me convence.
La recreación de época le da mil vueltas a cualquier película española guerracivilista que se haya hecho alguna vez. Le da mil vueltas a todas juntas.

7/3/11

A la gente le gusta tener amigos

Es universal: todo el mundo quiere tener amigos.
Si echas un vistazo a las series más descargadas de seriesyonkis, descubrirás que, entre las 10 primeras, hay 3 sitcom de colegas. Cómo conocí a vuestra madre, The Big Bang Theory y Friends.
Las tres se parecen como una gota de agua a otra. Los diálogos, situaciones, venturas, desventuras, relaciones, problemas, chistes verdes, platós y risas enlatadas, son absolutamente idénticos. Puedes poner un capítulo de Friends y encontrar la misma conversación que en The Big Bang Theory. Y en The Big Bang Theory, que dedican un capítulo a una rata que han encontrado, tiene su paralelismo con otro de Cómo conocí a vuestra madre.
Y a los espectadores les da igual. Tiran para adelante con todo. Basta con cambiar los decorados del plató para que la cosa entre tan fácil como una lata de Aquarius. Y no es algo pasajero. Friends alcanzó las 10 temporadas. Cómo conocí a vuestra madre lleva 6. The Big Bang Theory va por la 4. Sin señales de fatiga.
Y eso que, por lo general, tienen bastante poca gracia. Un capítulo de cada ocho o cosa así. También en eso se parecen.
En cuanto a los personajes supongo que cada uno se identifica con alguno distinto. Yo me quedo con los raros, esos personajes extravagantes, imposibles, absurdos: Phoebe (Friends), Barney (Cómo conocí a vuestra madre), Sheldon (The Big Bang Theory).
A decir verdad me quedo con Phoebe y, muy especialmente, con esos momentos en que cantaba su Smelly Cat, muy posiblemene la canción más alternativa, estúpida (y vanguardista) que se haya compuesto.

6/3/11

Rango

La palabra adecuada para esta película es descolocante.
No es para niños. Sería más bien para adolescentes, es decir, la clase de público que no ve dibujos animados. Así que quedamos los adultos que aún nos atrevemos.
Es la historia de un camaleón de terrario que por cosas de la vida llega a ser sheriff de un pueblo con problemas de sequía. Es un western alucinante, sorprendente, absurdo e ingenioso. Tardas bastante en pillarle el nivel de buceo de su humor si no vas preparado. Así que ya sabes: vete preparado. Rango hace todo tipo de guiños al cine del Oeste, desde La diligencia hasta Grupo Salvaje pasando por Solo ante el peligro o El bueno, el feo y el malo. Pero lo que hace con Clint Eastwood es algo más que un homenaje. Es un tributo, el pago de impuestos, un regalazo.
Ese momento, al otro lado de la carretera, donde aparece el hombre sin nombre y el regreso de Rango a Dirt, vestido con los ropajes del Rubio..., en fin. Que no es para niños. Es para cinéfilos sin miedo a que les rompan la cintura.
A la salida, una señorita pedía a su compañero entrar en Enredados porque, según ella:
-Esa sí que tiene que estar bien.
Sin conocer a la señorita, diría que sí, que es más apropiada para ella. Pero a mí Rango me ha dejado muy satisfecho.

5/3/11

Destino oculto

No se puede decir que sea muy original pero, a pesar de ello, resulta fresca e intrigante.
Los Agentes del Destino recuerdan en muchas cosas a los Observadores de Fringe: se dedican a lo mismo, traje, sombrero, se toman algunas molestias por las personas que les gustan... Las puertas se comportan como las de Monstruos S. A. (siempre y cuando tengas el sombrero adecuado): abres la puerta y... ¡ups! Campo de fútbol. Abres otra y... ¡ups! Estatua de la Libertad...
Los diálogos, por lo general, me parecen buenos. Está bien esa conversación entre Matt Damon y Emily Blunt el los baños del Astoria. O el discurso político que viene justo después, acerca de lo muy artificioso que es alguien que parece auténtico.
Deberían haber sido un poco más rigurosos con las reglas de juego. No puede ser que los Agentes del Destino, tan previsores ellos, se dejen ver a través de una ventana.
Me gusta el cuaderno con las líneas de los destinos.
Sea como fuere, pasé gran parte del tiempo pensando que, si esto hubiese caído en manos de Christopher Nolan, estaríamos hablando de otro peliculón.

4/3/11

Mañana, cuando la guerra empiece

Australia invadida.
Buen punto de partida.
Siete adolescentes, que estaban de acampada, vuelven a casa y descubren lo que ha pasado. Ahora tienen que convertirse en guerrilleros.
Entretenidilla película de aventuras para adolescentes, con unas cuantas secuencias de homenaje a Mad Max por aquello de que estamos en Australia. La del camión de la basura asaltado es bastante divertida y está muy bien rodada.
Aunque los personajes son bastante estereotípicos en inicio (la pija, el macarra, la cristiana, el inmigrante...), la guerra les aportará matices.
Bastante feminista. Muy feminista, en realidad. Una de la chicas se convierte en líder, son valientes, no vacilan, conducen camiones, disparan... Los chicos, en cambio, no quedan muy bien en unas cuantas ocasiones. Aunque, por otro lado, la escena del camión, en la que las chicas casi echan todo a perder porque están de cháchara...
Auguran dos partes más para el futuro. Me parece bien porque aquí se dejaron muchas cosas en el tintero.

2/3/11

Distribución

En España tenemos algún raro problema de distribución cinematográfica. Eso no es noticia, lo sé. Evidentemente, pese a que se habla mucho de cine artístico, sólo suele llegar el comercial. O el artístico que tiene posibilidades de ser comercial.
El cine de arte y ensayo, el cine de autor, el cine rarito, no suele estar disponible en salas salvo excpeciones.
Sin embargo, los problemas de distribución no sólo afectan a esta clase de cine. Últimamente he notado las dificultades prodigiosas a las que uno se enfrenta si quiere ver a las actrices nominadas a los Oscar.
Este año, entre las nominadas, estaba Nicole Kidman con su Rabbit Hole. Bien, parece que Natalie Portman no tenía rival y nadie a dado un euro por la otra. A día de hoy Rabbit Hole no tiene fecha de estreno. Esperaré un poco más y, si es que no, habrá que descargársela.
El año pasado fue el affaire de Sandra Bullock. Primero no pensaban estrenar Un sueño posible, luego ganó el Oscar y dijeron que sí, después que salía directamente a DVD y, finalmente, cuatro meses después, cuando ya todos nos la habíamos descargado, la pusieron en cines.
Aún hay más. El año anterior, 2009, Melissa Leo estaba nominada y con posibilidades, siendo su competidora Kate Winslet. Pudimos ver Frozen River en el cine ocho meses después (una vez más cuando medio mundo ya la había visto en sus ordenadores) y, eso, gracias a que Tarantino dijo cosas bonitas de la peli.
Bueno. Pronto llegará Torrente 4. Cine de autor. ¿Por qué a la gente no le basta el cartel anunciador que dice Un espectáculo lamentable en 3D?

1/3/11

El internado

El Laguna Negra es el internado más prestigioso. Tiene una larga lista de espera. Pero no importa. Profesores y alumnos mueren con rapidez, cediendo el paso a nuevas incorporaciones ansiosas por seguir el mismo camino.
Muy a favor: Fermín, el cocinillas, sin duda (cocinero del colegio, James Bond cazador de nazis en sus ratos libres, un 007 casi siempre creíble); Jacques Noiret (gran malo); Max Levov, el telépata (aunque aparece poco es uno de los personajes más Lost de una serie que quiere parecerse a Lost); la muerte de Carolina (defenestración, entierro en vida y posterior agonía: dos capítulos fuertes llenos de dramatismo; y se atreven a cargarse a la protagonista); casi todos los finales de temporada.
A favor: Iván (casi el único de los adolescentes con cierta complejidad); Nora (caza nazis con dotes de Sherlock Holmes); Hugo (lástima que no le saquen más partido a la confusión de identidades con su gemelo); Amaia, la acoplada (aunque nadie se traga que el violador de una nazi siga vivo); Alicia (inspectora de policía, falsa profesora de Filosofía con aires de madraza despistada); las escotillas, pasajes, quirófanos subterráneos y muchas coincidencias sorprendentes.
En contra: la mayoría de los adolescentes, muy planos (excepto Iván y Amaia); Elsa (otro cliché con evolución inverosímil); la mayoría de las subtramas amorosas (algunas tienen sentido, en general son superfluas); las historias de Paula, Evelyn y demás peques (al igual que las subtramas románticas casi nunca son relevantes); el final de Noiret en manos de un psiquiatra loco.
Muy en contra: esos capítulos con fallos de racord y micrófonos bailando en lo alto de la imagen; apariciones y desapariciones de personajes sin que quede muy claro qué pintan (Mateo, Curro, el gemelo de Hugo); Javier Holgado (absolutamente innecesario, ¿es hijo de un productor?), Camilo en todas sus temporadas como monstruo, la tosca y descarada publicidad de Mailboxes.
¿El conjunto? Muy por encima de la media española. No puede competir con una buena serie americana pero indica la dirección en que se deberían hacer las cosas: intriga, muchos personajes con misterios, cliffhanger al final de los capítulos... sorpresas. Y demuestra, sobre todo, que sí es posible, si se quiere, hacer cosas buenas.
Eso sí: hay que echar imaginación y pensar un poquito aunque de pereza.