1/2/11

Parks and Recreation. Temporadas 1 y 2.

Cuando comenté el episodio piloto afirmé, sinceramente, que ya tenía suficiente. Pero como mi hermana insistió, vi alguno más.
Y, así, poquito a poquito, cuando uno tiene 20 minutos, le echa un vistazo. Vamos a ver qué pasa con estos funcionarios. No me entusiasma y, pese a que los capítulos son cortos, a veces me parece que les sobra metraje. Pero los personajes tienen algo. Algo de..., no sé, humanidad, podríamos llamarlo. Esa faceta que uno no encuentra nunca en un funcionario o en un político. Resulta que son seres humanos, con alma y cuerpo. No son robots programados por etiquetas de burocracia.
Desde ese punto de vista, Ron Swanson me cae genial. Es el jefe, no da un palo al agua, contrata como secretaria a la que evita que le lleguen llamadas o gentes, se salta las normas siempre que puede y su mayor aspiración es comer y dormitar en su sillón. Y, sin embargo, es un liberal total que sabe que todo funcionaría mejor si estuviese privatizado, que es consciente del derroche que representa su puesto de trabajo y el de todos los demás que están a su alrededor.
Otro personaje impresionante es el de April Ludgate, contratada para poner papel en la fotocopiadora porque nadie lo va a poner si ella no está. Y a ella le parece mucho esfuerzo. Así que Ron Swanson descubre todo su potencial: otra evitadora de problemas como él. Apática, desconcertante, inquietante, muy graciosa. Hay que verla como coge (y cuelga de inmediato) el teléfono.
Y, una vez más: el problema es que todo esto es bastante cierto. Estaba escribiendo la entrada cuando me ha llegado un e-mail de un organismo del Estado con un asunto similar. Un tema que es para ellos fundamental y que yo no puedo sino reírme y llorar al ver cómo tiran nuestro dinero.
Ahí dejo una imagen de los dos.

2 comentarios:

edp dijo...

Y luego tienes a la protagonista, funcionaria con vocación, motivada, e inútil la mayoría de las veces...
Ah, y esos murales de Pawnee!
Es una serie que me ha dado muchos buenos momentos, igual que The Office. Al principio me parecieron cargantes porque los actores protagonistas tenían un perfil demasiado alto, pero después de un tiempo descubres a los demás personajes.

Individuo Kane dijo...

Es cierto: los protagonistas son muy fuertes al principio. Poco a poco, los secundarios van teniendo más importancia. Al principio, April ni hablaba casi. Ponía su cara de póquer y nada más.
Lo de los murales es de lo más políticamente incorrecto que hay.