23/10/10

Héroes

Hay que advertir que esta película está especialmente destinada a aquellos que tenían 12 años en los años 80, que veraneaban en pueblos, que encontraban en la bicicleta el medio de transporte ideal para transitar por caminos de tierra y que no conocían los horarios nocturnos de verano. A los que tenían un póster de Los Goonies o La historia interminable. Cuano KITT era un coche fantástico durante las horas de la siesta. A los que comían tigretones y montaban en vehículos montados con unas tablas y rodamientos de acero, arrojándose por una ladera. En fin, a todos los que tienen un verano de la década de los 80 grabado en la memoria.
Nostálgica a tope.
Y también un poco casposa, la verdad. Freixas tiene unas intenciones buenísimas. La película es el vehículo para dar salida a una emoción que le corroe. Está muy bien el diseño de producción para ambientar ese mundo ochentero. Le falta un poco más de audacia, un poco más de fuerza. Lo del viaje en la actualidad está demasiado forzado y acaba por ser increíble. Y cuando toca ponerse sentimental no tiene límite.
Pero pese a todo, si estás en los 30 te lo pasarás bien identificando esos magnetófonos, esos paracaídas de plasticuchi, los patéticos bañadores y una luna llena que, digan lo que quieran, no es como la de ahora.

22/10/10

Los seductores

Una comedia francesa... a la americana.
Que es algo casi tan raro como decir que es una peli taquillera de Hal Hartley o una de zombis románticos.
Pero, como muchas otras fusiones bien pensadas, se desliza bastante bien. Hay un coche con las llaves puestas. Por si acaso.
La idea es buena (unos tipos que se dedican a romper parejas por encargo) y tiene algún que otro gag incluso brillante. Los presupuestos son franceses, la forma de resolverlos bastante hollywoodiense. Música principalmente en inglés y Dirty Dancing como motivo recurrente. La acción transcurre en Mónaco, que es lo más similar a Las Vegas que uno puede encontrar en Europa.
Creo que se debería haber sacado mucho más partido a esa novia de Romain Duris que aparece al principio y de la que no volvemos a saber. Un personaje superfluo. Y la hermana y el cuñado realizan escenas geniales pero sin que realmente se integren del todo en la trama.
Una comedia un poquito por encima de la media, más destacable aún por su singularidad. Bueno, además está Vanessa Paradis y no es cuestión de perderse una aparición suya con lo poco que se prodiga.
Lo mejor: el revelador silencio que acontece en el coche cuando se detiene la lluvia.

21/10/10

¿Qué es "One thousand A. E."?

Lo más duro de Airbender, el último guerrero no era que los seguidores de Shyamalan nos quedásemos con los ojos como platos ante la pantalla. Algún amigo llegó a padecer minutos de coma. A día de hoy no está totalmente recuperado. Sospechamos que nunca volverá a ser el mismo.
El problema no es que la película fuese mala. Siempre he defendido las películas por encima de los directores porque sé que, más pronto o más tarde, hasta el mejor director hace una película infumable.
Lo peor de Airbender es que llegó en un momento inoportuno. Todos los que defendíamos a Shyamalan, todos los que creemos (que sabemos) que es un buen director, todos los que día tras día nos jugábamos la piel en la calle, a pecho descubierto, demostrando con imágenes por qué es un tío con una potencia visual impresionante e ideas de fondo originales, todos los que nos esforzábamos para restaurar su nombre, nos vimos enfrentados a... eso. Justo cuando salíamos de la trinchera y llovía napalm.
Y, ahora, anuncia su próximo proyecto. Se titula One thousand A. E. y el protagonista va a ser Jaden Smith, el niño de Will Smith. Qué miedo. Los colegas del club de fans de irregulares de Shyamalan hemos procurado esconder la noticia al amigo del coma. No queremos una recaída. Por otra parte, el guionista es Gary Whitta (El libro de Eli), cosa que me parece muy bien porque creo que Shyamalan debe dirigir material de otros. No se ha dado a conocer de qué va la peli.
En fin. Volveremos a ponernos el chaleco antibalas y saldremos heroicamente a la calle, a defender una vez más el nombre de Shyamalan con la esperanza de que no nos traicione. Total, no sería la primera vez que un director lo hace. George Lucas y su segunda trilogía de La Guerra de las Galaxias, para más señas. Después del estupor, nos lamemos las heridas, rehacemos nuestra vida como buenamente podemos y salimos adelante.

20/10/10

La vía láctea

Esta película está a medio camino entre el cine cómico tradicional y la comedia romántica americana de los años 40 y 50. Su valor reside en esa transición.
Y tiene valor no sé si por Leo McCarey, que era un tío muy habilidoso para dirigir cualquier cosa que le cayera en las manos, o por Harold Lloyd que, aun en decadencia, conserva recursos llamativos.
El punto de partida es original. Un lechero tiene ciertas habilidades. Ha recibido tantos palos en la vida que ha desarrollado la capacidad para esquivar golpes, puñetazos y cualquier cosa que le lancen. Así que, cuando un boxeador se pone borde con su hermana, él le hace frente y logra tumbarle.
Ahora salta a la fama, conoce a una chica, le organizan nuevos combates y la fama se le sube a la cabeza. La película es un apunte de lo que podría haber sido. Apenas explota esa capacidad de Harold Lloyd. Cuando lo aprovechan, crea los mejores momentos: la secuencia de la habitación en la que todos intentan pegarle o la de la aristócrata que con un par de lecciones aprende también a esquivar.
El guión se queda lejos de lo que debiera haber sido y aún más lejos de lo que Harold Lloyd fue.

18/10/10

Covert Affairs

La chica es una agente de la CIA. A su novio le matan a las primeras de cambio. Después resulta que hay muchos secretos en los propios pasillos de la CIA. Parece que hay una relación entre la muerte del novio y el que la hayan aceptado como agente. La chica descubre cosas en cada capítulo sobre sí misma y sobre una conspiración que va mucho más allá.
¿Crees que me estoy confundiendo con Alias? Pues no. Covert Affairs es un plagio, sin más. Alguna mente avispada en Hollywood se habrá dado cuenta de que han pasado cuatro años sin Sidney Bristow, de que la memoria de la gente funciona a corto plazo y de que podían cambiar los nombres de los protagonistas y los decorados del plató.
Pero no es Alias. El espía ciego (hay que tener morro para meternos de rondón a un espía ciego) no puede sustituir a Marshall, ni a Vaughn, ni a ninguno de los personajes de Alias.
He visto cuatro capítulos porque la protagonista principal es Piper Perabo, que siempre me ha caído bien y la he seguido incluso en Doce fuera de casa. Pero hasta aquí hemos llegado.
Si me dicen que Annie Walker se encuentra con un Terminator en uno de los capítulos es posible que vuelva a subirme al carro. Pero que no me despiertan por algo menos que eso.

17/10/10

Locos del aire

La historia de el gordo y el flaco, Oliver Hardy y Stan Laurel, se caracteriza porque lograron el éxito con los comienzos del cine sonoro, a diferencia de lo que ocuría con la mayoría de los cómicos.
Oliver y Stan, durante los primeros años del sonoro, doblaban ellos mismos las películas a muchos otros idiomas, entre ellos el español. No tenían ni idea de lo que decían: se limitaban a aprenderse la fonética de memoria y lo soltaban después. Y eran muy buenos y muy graciosos, por lo que tenían más éxito que otros que empleaban el mismo sistema.
El verdadero problema llegó cuando a Stan le doblaron profesionales españoles. Y pusieron voz de niño mimado a alguien que tenía una aristocrática dicción británica. Las pelis que hacían por aquel entonces no eran muy buenas y se limitaba a repetir gags de slapstick que ya habían realizado en otras ocasiones.
Locos del aire es de una etapa tardía (1939) y todos los defectos mencionados se acumulan. Oliver sufre una decepción amorosa cuando una mujer rechaza su oferta de matrimonio. Ella ya está casada. Así que Oliver y Stan, para olvidar, se van a la Legión Extranjera, aconsejados por un comandante. Lo que no saben es que el comandante es el marido de la chica y lo que no sabe el comandante es que acaba de fichar a dos descerebrados.
Graciosilla la persecución final por los terrenos (y por los aires) de la Legión Extranjera y, probablemente, el final más surrealista de todos los que hicieron.

16/10/10

La red social

La esencia de esta película está en dos escenas: la del comienzo y la del final.
La del comienzo nos presenta a un tío capaz de sostener varios niveles de conversación a la vez, inteligente, egocéntrico, prepotente, frustrado y con el mismo tacto que una lija para las relaciones sociales. Su novia rompe con él.
La escena final nos presenta a ese mismo tío, presidente y creador de Facebook, tratando de que aquella novia de la primera escena le acepte como amigo... en Facebook. Y no le acepta.
Lo que hay entre ambas escenas, el resto de los 120 minutos de metraje, no es trivial. Al contrario, es muy interesante porque, parafraseando a Erica Albright, nos ofrece lo que marca la diferencia entre un friqui y un gilipollas. Perdón. Varios gilipollas: el creador de Facebook, el co-creador de Facebook, el de Napster, los que escriben el código... Gilipollas que cambiaron la visión del mundo.
Vaya pedazo de guión que se ha marcado Aaron Sorkin. Magistral. El montaje es sobresaliente. La dirección de David Fincher muy buena. Como la música. Menuda banda sonora. Y las interpretaciones, bastante buenas.
Dos horas que transcurren con la misma vertiginosa agilidad (y densidad de diálogos) con que se veían los capítulos de El Ala Oeste de la Casa Blanca.

14/10/10

Jericho. 2ª temporada

¡Ay!
¡Cuánto me gustaba esta serie!
Con demasiada frecuencia cancelan pronto las series que a mí me gustan. Eso quiere decir algo: la mayoría de la gente tiene poco educado el gusto: Firefly, Pushing Daisies, Jericho...
La primera temporada estuvo a punto de cancelarse y la segunda duró siete episodios. Su funeral estaba cantado y terminaron deprisa y corriendo. Y es una pena, de verdad. Era una serie ambiciosa que podía habernos llevado desde la explosión de 23 bombas atómicas en EEUU a quién sabe dónde. Vimos las explosiones, la anarquía posterior, la conspiración de una multinacional, la tiranía de Cheyenne y los Estados Aliados de América, la República de Texas y nos quedamos a las puertas de la II Guerra Civil Americana. Todo desde la perspectiva de los 5000 habitantes del pueblo de Jericho.
Reconozco que había unas pocas situaciones y diálogos de vergüenza ajena. Pero hablaba de tantas cosas interesantes... Supongo que para muchos era una serie demasiado liberal. Y quedamos pocos a los que nos guste eso. No era el espíritu Obama. Era más bien el espíritu Reagan.
En fin. Esperaremos a que alguien vuelva a izar un pabellón que diga: No me pises.

13/10/10

Amador

Iba con las mismas sensaciones con las que asistí a Todo lo que tú quieras.
Pero mira tú por dónde, Amador me parece mucho más interesante, muy superior.
Hay muchas pelis de espías en las que el prota o la prota tienen que guardar secretos importantísimos. Esta no es una peli de espías y, sin embargo, los secretos de Marcela sí que son apabullantes: embarazo, un visitante misterioso, un cadáver...
La pobre, claro, a veces no aguanta más y tiene que soltar lo que lleva dentro con los dos personajes habituales del cine español para estas ocasiones: la prostituta y el cura. Bueno, la conversación con el cura, llena de equívocos, tiene mucha gracia. Aunque supongo que ver a Manolo Solo haciendo de cura ya es suficientemente gracioso.
Un drama sobre inmigración con sus buenos puntos de humor. Lenta pero con ritmo adecuado para lo que quiere contar. Muy buen trabajo de Magaly Solier.

12/10/10

¿Cuánto pesa su edificio, sr. Foster?

Imagino que Carlos Carcas, al igual que muchas otras personas de este planeta, siente admiración por la arquitectura de Norman Foster. Carcas tiene, además, capacidad y medios para filmar los edificios de una forma bonita y elegante.
Supongo que pasó muy buenos ratos mientras buscaba el encuadre más adecuado, la iluminación o el ambiente. Todo eso está muy conseguido.
Y cuando tuvo ese material debió pensar que, si el propio Norman Foster decía unas palabritas, podía convertirlo en un documental. No me disgusta lo que he visto pero se queda muy escaso. No nos dice cómo Foster pasó de la ruina al prestigio. Y nada, tampoco, del proceso de diseño. Muy poco de su vida. Es interesante lo de esa ciudad utópica y ecológica.
Por cierto. Decía Gordon Gekko en Wall Street: El dinero nunca duerme que la nueva burbuja es la burbuja ecológica. Me temo que Foster ha caído en ella.
Son 75 m. de metraje y demasiadas cosas en el tintero.

11/10/10

Fringe. 2ª temporada

No me gustan los capítulos autoconclusivos. Me cansa ver cómo alguien muere en extrañas circunstancias, Walter lo disecciona haciendo manar todo tipo de viscosidades purulentas, Olive y Peter investigan y, finalmente, salvan a una nueva víctima en el último segundo. Previsible, convencional, tópico.
Ahora bien: cuando la trama se centra en la otra historia, la historia de verdad, la historia a largo plazo, la de los universos paralelos, entonces es buenísima, a veces espectacular y, en alguna ocasión, hasta magistral.
Ese capítulo 20, Brown Betty, es deslumbrante. Walter cuenta una historia a la sobrina de Olive. Y ahí tenemos a los personajes, metidos en un cuento policiaco de los años 40, arrancado de Chandler o Hammett, mezclado con musical jazz, toques de magia y corazones de cristal. Es deslumbrante porque cuenta cómo es Walter, qué siente; y logra parecernos más humano que en cualquier otro capítulo. Y, además, es deslumbrante porque, muy probablemente, es un capítulo plagado de spoilers de regalo, anticipando lo que está por venir. Un capítulo de esos que hicieron memorable a J. J. Abrams y que marcan su estilo.
Y el final de la serie vuelve a ser realmente enervante. Tensión a tope. Me recuerda el final de la segunda temporada de Alias.
Una gran pega. Un gran fallo argumental. Al comienzo de la temporada, Olive viaja al mundo alternativo, regresa, tiene un accidente, pierde la memoria, olvida cosas. Bien. Uno puede olvidar cómo se habla, puede olvidar años de su vida, a sus padres y hasta cómo se llama. Pero no puedes olvidar a Leonard Nimoy. Quiero decir que, si has visto el careto de Nimoy, si lo has visto en carne y hueso, si has estado físicamente ante él, no puedes olvidarlo.
Vamos, digo yo.

10/10/10

Wall Street: El dinero nunca duerme

Gordon Gekko sale de la trena y, en su ausencia, han aparecido nuevas especies de tiburones.
Estamos en vísperas de que estalle la crisis y él promociona su nuevo libro.
Su hija no le habla. Dirige un periódico digital. Va a casarse con un broker. El novio necesita 100 millones para una empresa con futuro. La madre de él está subida al dólar de la burbuja inmobiliaria. Hay un banco jugando sucio para hundir las energías limpias.
Hacerse viejo no es para nenazas.
El dinero no importa. Sólo la competición: la venganza, hundir a otro, mandarlo a la cárcel, arruinarlo. Volver a empezar.
El guión me parece fabuloso: buenas frases, diálogos afilados con doble sentido, argumento bien elaborado...
Está claro que después de World Trade Center, Oliver Stone se ha vuelto blandito. Qué escena final tan encantadora y familiar. Con burbujas que van a estallar, vale, pero la sensación es de esperanza y alegría.
Wall Street: El dinero nunca muere posee un guión tan bueno (aunque con alguna evolución de los personajes un tanto precipitada) que podría haberse convertido en algo cercano a El Padrino, cambiando mafiosos por banqueros. Culpa del director no ser capaz de conseguirlo.

9/10/10

Gru, mi villano favorito

La crisis también afecta a los grandes villanos. Que se lo digan a Gru. Y, encima, un joven villano llamado Vector llega con nuevas ideas.
Aunque el título contenga el nombre del protagonista, son otros personajes secundarios los que se llevan la atención. En primer lugar, obviamente, las tres encantadoras huerfanitas. Y, luego, ese ejército de minions. El guión no es nada del otro mundo pero los gags son continuos, rápidos, divertidísimos, absurdos. En algunos tramos es como volver a ver Correcaminos y coyote.
No es un peliculón y, ya es un tópico decirlo, no está al nivel de las producciones de Pixar. Pero es divertida y tierna a partes iguales. Cada uno puede escoger la parte que más le interese.
Lo que más me ha llamado la atención es que los dos villanos principales, Gru y Vector, son más torpes que malos, más patéticos que malos, más solitarios que malos. El verdadero malo, malo integral, es el banquero. Y sospecho que ahí hay más mala leche de la que parece.

8/10/10

Las minas del rey salmonete

Me he tomado la licencia, con permiso de mi subconsciente, de rememorar viejos tiempos. Me he tragado, últimamente, tres películas cómicas antiguas. Las iré comentando pero, francamente, casi muero en el intento.
Empecé por ésta, de Abbot y Costello. Siendo peque no me hacían una gracia especial. Ahora menos. Hay un par de escenas graciosillas en las que estiras un poco la comisura de los labios, pero nada más.
La película sirve, entre otras cosas, para constatar que el genocidio de las traducciones de los títulos ingleses viene de lejos. Reincidencia y alevosía. Africa Screams era el original. Ojo: no estoy diciendo que la película merezca respeto alguno. No pasa nada por destrozar algo que ni siquiera los responsables se toman en serio. Pero ocurre que al leer Las minas del rey salmonete uno ya va mal predispuesto. ¿Un juego de palabras tan estúpido como apertura?

7/10/10

El bueno, el malo y el raro

En esta ocasión, el título no es un timo imitativo de la distribuidora española para vender el producto. Es lo que es. Un western coreano que homenajea a El bueno, el feo y el malo. ¿Western coreano? Tal cual.
Y, oye, no me ha desagradado. Por supuesto que es una rareza en más de un sentido. Voluntariamente extraña con esa mezcla de elementos que resulta que sí funcionan. Hay momentos, desde luego, en que te planteas: ¿qué demonios estoy viendo? Pero está muy bien rodada: fotografía, planificación, montaje, música... Hay una persecución de 15 minutos en el desierto de Manchuria verdaderamente espectacular. Con música flamenca y todo. Está, desde luego, el duelo final entre tres, calcando los planos de Sergio Leone con un final alternativo.
La Guerra de Secesión ha sido sustituida por la guerra entre Japón y Corea, cuando miles de coreanos huían hacia Manchuria. Los dólares han sido sustituidos por un mapa del tesoro y el spaghetti western por un sushi western.
Bastante mejor de lo que pueda parecer a simple vista.

6/10/10

Fe

Este cortometraje de Marcos Díez Manrique es tan divertido como triste.
Creo que habla de muchísimas cosas serias con un plantemiento de chiste. Aparentemente ligero e intrascendente, pero con una mirada que tiene un algo de sarcástica y otro algo de cínica.
Esa voz en off no es sólo una voz en off. Es alguien que observa y se burla del protagonista y de sus colegas de jardín.
Pobres colgados.
Aunque es posible que todos seamos un poquito así. Esperando lo que ya tenemos.

5/10/10

Machete

Hasta ahora pensaba que uno de los objetivos de Robert Rodríguez era dignificar la serie B, que pretendía hacer, suponía yo, una película de calidad con los elementos del cine de segunda categoría. Es un empeño ridículo, lo sé, pero cada uno es libre de desperdiciar su talento como le dé la gana.
Después de ver Machete es evidente que las cosas no son así. Rodríguez quiere hacer malas películas de serie B y punto. Sólo así se explica que contrate a los peores actores de estos últimos años: Danny Trejo, Lindsay Lohan, Steven Seagal y Robert de Niro.

4/10/10

The Brothers Bloom

Ha sido el destino. Las circunstancias. La sociedad me ha empujado a ello. Llevaba más de dos años esperando que esta película se estrenara en nuestro país de algún modo: cine, DVD, televisión... Nada. Dos años me parecen causa justificada para descargarse una película. Si a nadie le parece digna, supongo que no hay inconveniente en hacerlo.
Me ha parecido buenísima. Y es una pena que la última media hora intente una vuelta tuerca más, que se prolongue en un último acto innecesario. Porque entonces, más que buena, habría rozado la genialidad.
The Brothers Bloom son Stephen (inventa grandes historias para timar a la gente) y Bloom (el hermano pequeño que no sabe quién es porque siempre vive en mentiras). Junto a ellos está Bang Bang, experta en explosivos (y sólo sabe tres palabras en inglés: campari y fuck me). La timada será Penelope, tan rica que está sola, tan rica que se aburre. Y para curar el aburrimiento ha aprendido a tocar el piano, el acordeón, la guitarra, el banjo, artes marciales y trucos de magia con cartas. Y, tal vez, a timar.
Personajes originalísimos, excéntricos. Gestualidad sorprendente. Diálogos brillantes. Vestuario llamativo. Hay un Lamborghini que debe ser de 2007, creo. Pero, ¿realmente trascurre la acción en esa fecha? Los barcos y trenes y otras muchas cosas parecen antiguos. La atmósfera es muy atemporal.
Después de Brick, Rian Johnson me vuelve a sorprender (por cierto, también dirigió el célebre capítulo de la mosca de Breaking Bad). Adrien Brody, Mark Ruffalo, Rachel Weisz y Rinko Kikuchi tienen algo nuevo en cada escena. Creo que la película pierde mucho con esa media hora final que gira a lo dramático. Aun así, si la encuentras, no la dejes escapar. Es una película que tiene mucho que decir.
Ya estoy ansioso por ver Looper. En cine, en DVD, en televisión o descargada de internet 2 años después (allá para el 2014) si a nadie más le interesa.

3/10/10

The wire

Narcotraficantes, drogatas, guardaespaldas, asesinos, ladrones, policías, estibadores portuarios, prostitutas, inmigrantes, profesores, alumnos, políticos, periodistas, jueces, fiscales, abogados, sin techo, clérigos...
Americanos: polacos, griegos, negratas, blanquitos, italianos, rusos...
Baltimore.
El género policiaco, en literatura o cine, siempre ha tenido gran fuerza. Permite crear, fácilmente, ritmo, tensión. Y plantear cuestiones acerca de la muerte y la vida, la corrupción y la redención. Esa es la ventaja de The Wire sobre Treme. La vida de una ciudad no es lo mismo colocando en el centro a unos policías o a unos músicos.
Los guiones están muy logrados. Una serie narrativamente casi impecable. Desde el punto de vista visual no aporta gran cosa: realismo sucio, tiempo continuado... Supongo que ambas cosas guardan relación. Capítulos tan complejos no deberían ser dirigidos por 16 personas diferentes. No se atreven a salirse del guión (porque no conocen lo anterior, porque deben mantener un estilo) y filman sin originalidad alguna. Pero el cine no es literatura.
En cualquier caso hay que descubrirse la cabeza ante la ambición de la propuesta. La temporada más floja, en mi opinión, fue la de los estibadores portuarios, pero se lo perdono porque Amy Ryan se convirtió en una de las protagonistas. La mejor temporada es la última. Esos asesinatos que fabrica McNulty organizan un terremoto de consecuencias impredecibles. Ayuntamiento, periódico y policía se ven desbordados por un asesino en serie... que no existe.
Y personajes inolvidables: Stringer Bell (el narcotraficante con carrera de Económicas), Bubbles (el vagabundo), Omar Little (qué gran ladrón y asesino), Lester Freeman (el detective que fabricaba casitas de muñecas), Pryzbylewski, Avon Barksdale, Kima, la terrible Felicia Snoop...
No es la reina de las series que muchos dicen (el cine no es literatura) pero, indublemente, tiene una gran categoría.

1/10/10

Buried (Enterrado)

La primera pregunta es inmediata: ¿por qué no es ésta la película seleccionada para representarnos en los Oscar?
Un único escenario (un ataúd), un único actor (Ryan Reynolds) y unas voces añadidas (llamadas por el teléfono móvil). Mi prejuicio inicial, por supuesto, era el convencimiento de que resulta imposible mantener la atención durante hora y media con sólo estos elementos.
Pero no sólo logra mantenerla sino que la tensión es continua. Hora y media de desasosiego, claustrofobia y puñetera angustia. Acepto la presencia de una notable inverosimilitud en lo que ocurre. Pero creo que hay que entenderlo como una metáfora acerca de la indefensión y la vulnerabilidad del hombre contemporáneo. Qué fácil se mueve, entra y sale esa serpiente. Qué fácil se libera de su responsabilidad el jefe de personal. Qué escena tan terrible ésta última.
Bien. Bastaba ver Concursante para saber que ahí había un director con ideas visuales originales y capacidad para desarrollarlas. Buried lo confirma. Variety, tras ver Buried, ha colocado a Rodrigo Cortés entre los 10 directores que hay que seguir. Me alegro de haberme anticipado una película. Después del suicidio en fascículos de Amenábar, Cortés es la esperanza.