30/12/10

The Tourist

El secreto de Anthony Zimmer estuvo a punto de incorporarse al selecto grupo de películas ocupadas hasta ahora sólo por las de Emir Kusturica: las que no soporto y tengo que salir del cine antes de que acaben. Me pareció una historia mal planificada y mal montada, es decir: mal contada.
Por eso, cuando vi que los americanos hacían un remake, dirigido nada más y nada menos que por Florian Henckel von Donnersmarck (La vida de los otros) e interpretada nada más y nada menos que por Johnny Depp y Angelina Jolie, me quedé bastante perplejo. ¿Por qué hacer un remake de algo malo?
Pues para mejorarlo. Creo que The Tourist es el primer remake que veo en mi vida capaz de superar al original. La película no va a emocionar. La gente se va a fijar sólo en la acción y, en esta época, de giros de guión extraños, tal vez defraude o sea previsible.
Pero The Tourist es una película enormemente elegante, bien planificada y montada, es decir: bien contada. Hay derroche de clasicismo tras la composición de las escenas. Recuerda, inevitablemente a Hitchcock, a Con la muerte en los talones. Recuerda al buen cine negro, a aquellas grandes películas con mujeres fatales, al buen cine policiaco que acababa convirtiéndose, no se sabe muy bien cómo, en cine romántico.
Los tiroteos no ocurren en cámara lenta ni las lanchas se mueven por Venecia en cámara rápida. Los protagonistas no dan saltos enormes de tejado en tejado. Hacen todo eso, pero de forma creíble, verosímil, de un modo convincentemente bonito y, sobre todo, evolucionando magistralmente con sus acercamientos y alejamientos.
Así como El secreto de Anthony Zimmer me pareció sobrevalorada, The Tourist será infravalorada. Quizá por eso me he pasado un poquito alabándola. Pero merece la pena, creo yo.

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