22/11/10

Tamara Drewe

La película es algo así como un intento de adaptar las clásicas novelas victorianas a los tiempos actuales.
La narración parte de una casa de pueblo en la que se ofrece alojamiento a escritores. Está el existencialista, la lesbiana, la romántica... Los dueños son un matrimonio. Él escribe exitosas novelas policiacas y ella se ocupa de todo lo demás: comida, limpieza, granja, cuidado de los animales, arreglar máquinas. Él la engaña siempre que puede. Luego está el chico que ayuda a la mujer, un rockero que viene a un concierto, un par de adolescentes alocadas que se aburren en el pueblo y, desde luego, Tamara Drewe, periodista que regresa a sus orígenes y pone el pueblo patas arriba con su belleza y promiscuidad.
Liviana, frívola, ágil, siempre bonita y con acontecimientos sorprendentes (y un punto surrealista) que dan un vuelco al final de la historia.
Me quedo con las adolescentes que, aburridas en ese pueblo, buscando algo nuevo para entretenerse, van liando todas las tramas con su insensatez.

2 comentarios:

edp dijo...

Ah, ésta sí la vi. Me pareció una chorrada así, con todas las letras. Sólo se salva los segundos del principio, cuando escuchamos la mente de cada escritor. Verdaderamente lo de Frears de la cal y la arena es paradigmático.

Individuo Kane dijo...

A mí me gustó la idea general. Desde luego no le saca todo el partido que debería, pero todos esos líos, bien conducidos, podrían haber construido una comedia de enredo interesante.