13/9/10

Adele y el misterio de la momia

No se puede negar. Luc Besson ha sido el productor/guionista/director que más ha hecho en Europa para intentar que el cine de por aquí tenga la fuerza del de Hollywood. Desde luego es quien más ha hecho por equiparar ambos sistemas.
Los guiones y las historias, por supuesto, siguen siendo un desastre.
Es muy doloroso ver el buen comienzo de Adele y el misterio de la momia para ver cómo se derrumba después en la más intencionada de las imbecilidades.
Adele Blanc-Sec es una señorita francesa de comienzos de siglo XX que resulta un cruce entre Tintín e Indiana Jones, medio reportera medio arqueóloga y, en cualquier caso, una aventurera. Realmente la película arranca con buenas promesas. Adele, en Egipto, se interna en la tumba de un faraón. Hay cámaras secretas, el descubrimiento de un tesoro, una captura, una fuga... Y, entre tanto, aparece un pterodáctilo en París.
Y ahí se acaba la aventura. Adele regresa a París y lo que ocurre no es más que la sucesión de unos gags absurdos (algunos con gracia, la mayoría con ninguna), redundantes, infantiloides. Me desconcierta ese humor ñoño y tontorrón de muchas películas francesas que a veces te hace pasar vergüenza ajena.
Menuda castaña.
En fin. Muy doloroso eso de que te quiten el caramelo de la boca.

2 comentarios:

edp dijo...

Luc Besson es el típico director que sin llegar a tener cruzado me da un poco de grimilla. Para qué más.

Individuo Kane dijo...

Lo que pasa es que ha dirigido cosas como "Nikita, dura de matar" y, sobre todo, sobre todo, sobre todo, "Leon, el profesional".
Después tiene cosas muy infumables pero quién sabe, quizá un día le vuelva la inspiración.
Y yo pensé que ésta era la ocasión.