3/8/10

Repo Men

La medicina ha adelantado que es una barbaridad.
Puedes transplantarte cualquier cosa artificial sin miedo al rechazo: pulmones, corazón, hígado, labios, ojos que cambian de color según lo desees...
Hay compañías privadas que se encargan de buscar el mejor modo para que pagues el servicio. Anímate. Se lo debes a los tuyos. Te lo debes a ti.
Pero si no puedes pagar, si no cumples los plazos, un confiscador irá a por ti y te extraerá el órgano en cuestión. Remy es el mejor de los confiscadores. Pero hay un problema: ha tenido un accidente, le han puesto un corazón artificial y ahora no puede pagar.
Deudora evidente de Blade Runner quiere tener su propia voz sin conseguirlo. Durante más de una hora la trama se desliza por los terrenos del drama, como si pretendiese ser una película seria que estuviese contando algo profundo. Luego, el gran cambiazo. Acción a lo bestia. Y cuando digo bestia quiero decir bestia: peleas brutales hasta el gore sin contemplaciones.
No lo pillo. No sé exactamente qué pretende la película, qué carta quiere jugar.
Hay una escena bonita, la del laboratorio con miles de empleados con batas blancas mientras Jude Law y Alice Braga son perseguidos. Forest Whitaker vuelve a demostrar que puede hacer cosas grandes con un personaje pequeño.

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