16/7/10

Noche y día

A ratos van apareciendo Peter Sarsgaard, Paul Dano, Viola Davis, Jordi Mollá, todos ellos mejores intérpretes que los dos protagonistas, un tal Tom Cruise y una tal Cameron Diaz. A diferencia del cine como Arte, en el cine como entretenimiento tienes que buscar un par de apariencias físicas para satisfacer al público. Aunque, en los tiempos que corren, para ser sinceros, es tan difícil hacer una película artística como una entretenida.
Noche y día es muy entretenida. Una sucesión de escenas de acción alternando con el progreso de un romance. Las primeras son imposibles y el segundo inverosímil. Pero no importa. Está bien rodado, dirigido, planificado. Con gracia y sin límites. Hay carnicerías en aviones, aterrizajes descabellados, persecuciones en túneles, peleas en trenes, bombardeos en islas paradisiacas, fugas por los tejados de Salzburgo, sanfermines en Sevilla...
El premio se lo lleva ese beso en un patio andaluz bajo una granizada de balas.
Y me parece muy original la forma de usar las elipsis que utiliza James Mangold: pérdidas de conocimiento que nos hacen saltar de un escenario a otro, dejando sueltos todos los hilos de la madeja pero sin que nos importe un pimiento qué es lo que en cada momento llevamos puesto:
-Eso no quiere decir que no haya mirado.

4 comentarios:

edp dijo...

El premio al beso del mes ya está dado, así que poca cosa para ser "lo mejor".
Yo ya empiezo a cuestionarme seriamente si existirá la película que me haga volver al cine o si lo sustituiré definitivamente por la filmoteca y la hbo.

Individuo Kane dijo...

No es premio al "mejor beso". Es el premio a lo más absurdo de la película.
Volverás al cine: espera a "Origen"

io dijo...

Hace tiempo, Tom Cruise ya presenció las Fallas en la Semana Santa de Sevilla. Qué cosas. Siempre que pasa por Sevilla están celebrando las fiestas de algún otro sitio. ¡Estos Sevillanos se apuntan a todos los saraos!

Individuo Kane dijo...

Por eso decía Tom Cruise hace poco, en una entrevista, que le gustaría vivir como los españoles.
¡Y a mí!