Tenemos un problema.
Si uno habla de vampiros para adolescentes, inmediatamente se piensa en la saga Crepúsculo. Y la peli no es eso. Quiero decir que hay detrás una cierta inteligencia.
Si uno pretende distanciar demasiado a El Circo de los Extraños celebrando su inteligencia, corre el peligro de ensalzarla más de lo que se debe.
Si uno habla de estética Tim Burton puede despertar falsas esperanzas. Digamos que Paul Weitz regurgita ideas de aprendiz (recordemos una vez más que es el culpable de American Pie y, aunque el ser humano es capaz de grandes superaciones, todavía hay límites. Quiero decir que de donde no hay, no se puede sacar). Pero ojo porque, quedándose lejos del maestro, tiene algunos puntos interesantes.
Si uno habla de un guión dinámico, que lo es, se puede pensar que la película es vibrante. Y, sin embargo, hay bastantes caídas de ritmo.
Para adolescentes, indudablemente. Y creo que hasta bastante buena para ese público. La pena es que sólo le ha faltado esto para que interese a alguien más.
Simpática Salma Hayek como mujer barbuda.
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