27/5/10

Cinco minutos de gloria

Oliver Hirschbiegel.
Me encanta como dirige este tío. Sólo he visto El hundimiento y, ahora, Cinco minutos de gloria. Pero ese modo de meterte en la psicología de los personajes y de los ambientes, sobre todo con imágenes, muchas veces con diálogos anticlimáticos (esos golpes de humor en medio del drama), me parece fascinante.
El chico que carga su revólver mientras se preocupa por su acné, su nerviosismo, la escena similar 33 años después, los pastelillos...
Imagínate una película así hecha por un americano con un final radiante y feliz. Por suerte la dirige un alemán. Con ideas y sin sentimentalismos. Sin soluciones fáciles, consciente de que el perdón exige esfuerzo.
Es la historia del conflicto irlandés, la de cualquier fundamentalismo terrorista. En el fondo, la de dos hombres en la que, uno de ellos quiere 5 minutos de gloria y el otro 2 metros de altura. Sólo al librarse de sus aspiraciones de vanidad consiguen ser verdaderamente hombres.
-Se acabó.

2 comentarios:

edp dijo...

Con lo que a ti te gustan los finales felices y radiantes! Seguro que puedo encontrar lo menos 10 entradas en las que te metes con finales "que tienen que acabar mal".

Individuo Kane dijo...

Es que "Cinco minutos de gloria" no acaba mal. Acaba muy bien. Acaba como tiene que acabar. Pero sin sentimentalismos. De esto, de estar en contra de los sentimentalismos, sí que puedes señalar muchas entradas.
Cuando critico lo que "acaba mal", critico la falta de esperanza, la exaltación del nihilismo. Todo eso es sentimental (ellos dirían voluntarista) y, por tanto,opuesto a lo racional.
Repito: Hirschbiegel sabe lo difícil que es el perdón. Pero difícil no signifa imposible.