18/4/10

Lolita

Mi momento favorito: plano medio de Lolita y, a continuación, un plano medio del monstruo de Frankenstein. La bella y la bestia. Un pestañeo y el cambio se ha producido. Sue Lyon, Boris Karloff.
Peter Sellers es otro tipo difícil de controlar. Stanley Kubrick hizo para él ¿Teléfono Rojo? Volamos hacia Moscú, un artefacto en el que el actor podía dar rienda suelta a todo su histrionismo.
Pero en Lolita su sobreactuación destruye la historia. Es un personaje clave, el motor de los giros dramáticos. Dudo mucho que el guión de Nabokov (quizá me equivoque) plantease de forma tan inverosímil las amenazas de Sellers sobre James Mason. Eso de amenazar con meter cuatro psiquiatras en casa para investigar su vida familiar... La verdad, que surtan efecto esos chantajes tan chapuceros, tan pedestres, tan ingenuos, me expulsaban de la película.
Lolita se ha convertido en el paradigma de la adolescente seductora. Pero, en realidad, la película no cuenta eso. Lolita es una chica absolutamente normal condenada por su belleza. Me parece un buen final para alguien que elude ser admirada sin remedio. Carpintero, sordo, Alaska...

No hay comentarios: