29/3/10

El escritor

Soy partidario de las originalidades, del lenguaje cinematográfico deconstruido, de los montajes fragmentarios. Pero los clásicos son clásicos por un motivo evidente: encontraron el lenguaje adecuado para contar determinadas cosas.
Y hay algunas historias para las que el lenguaje clásico sigue siendo el canal más apropiado. Polanski es uno de los pocos directores clásicos que queda y es todo un placer ver El escritor. Una película de suspense, en el fondo muy sencillo, pero narrado de forma magistral. Tiene mucho de sí mismo (Los tres días del cóndor) y mucho de Hitchcock.
El final puede defraudar un poco porque la sorpresa no es que sea muy grande. Pero las dos horas que dura el guión cuentan, ejemplarmente, esa situación tan característica: la historia de un hombre que, sin saber cómo, se mete en un lío del que ya no puede salir.
Me encanta la choza del ex primer ministro británico. Quiero una como ésa. Además, prometo utilizarla mejor que él.

2 comentarios:

muma dijo...

Yo no la he visto, pero esa terraza no me parece mal..

Individuo Kane dijo...

Lo bueno es que no es una terraza, es un interior. Habitaciones acristaladas, con chimenea, calentitas, mientras fuera se estrella la lluvia contra el cristal. Y habitaciones grandes, bien grandes.
No sé de quién será la casa en realidad pero, en mi opinión, además de pasta, tiene gusto.