27/3/10

Cómo entrenar a tu dragón

Creo que cuando se estrenó Shrek todos nos quedamos con la boca abierta.
Como si un nuevo Pixar hubiese irrumpido en el universo de la animación, dispuesto a patear las posaderas de Disney.
Luego, por desgracia, Dreamworks no estuvo a la altura del reto.
Cómo entrenar a tu dragón, sin llegar al nivel del Shrek, tiene una calidad altísima: escenas espectaculares, personajes bastante sólidos, secuencias inteligentes para narrar la amistad de humano y dragón alternando con los entrenamientos, batalla apoteósica y un final con un toque realista que exige cierta osadía en una película para niños.
Técnicamente impecable, guión bastante logrado aunque no sea innovador.
Me gustan los secundarios: Astrid, Patapez, Patán Mocoso y, especialmente, los hermanos Brusca y Chusco sumidos en una pelea permanente (ese pilotaje de un dragón bicéfalo discutiendo quién conduce).
Pero está muy bien, ante todo, que no haya un esfuerzo para acumular chistes uno detrás de otro, forzando las situaciones, cosa de la que Dreamworks abusaba muchísimo, hasta volverse insoportable en Madagascar. La película tiene seriedad y las gracias surgen de la vida misma.

No hay comentarios: