16/2/10

Historias de San Valentín

A la entrada de las salas que proyectan películas en 3D, reparten gafas para ver adecuadamente.
A la entrada de las salas que proyectan Historias de San Valentín deberían repartir sueros de insulina para que el espectador pudiese ir regulando el nivel de azúcar.
Ya sé que son amores melosos lo que uno va a ver cuando se adentra en semejantes antros pero ¿no podían contar, al menos, historias originales, sorprendentes, impactantes?
Porque Historias de San Valentín es, ante todo, una trivialidad absoluta.
Lo único que me hizo gracia, y que pocos reímos como un guiño a Luna Nueva, fue la frase de Taylor Lautner:
-No me gusta quitarme el polo en público porque me da vergüenza.
La única trama que logró sorprenderme un poquito fue la de la capitana del ejército Julia Roberts y el hombre que la espera, el motivo por el que viaja.
Otro reparto estelar desperdiciado de forma miserable.
-En San Valentín no se piensa, se actúa -dicen en un momento de la peli-.
Así nos va.

2 comentarios:

edp dijo...

Han encontrado otro filón con las historias collage. A mi los cortos como género siempre me han parecido una insulsez.

Individuo Kane dijo...

Supongo que será una moda pasajera.
Tiene que serlo. No puede dar para mucho. Entre otras cosas porque apenas acaban de nacer y ya se repiten.