9/9/09

Mad Men

Éste es un comentario muy parcial pues sólo he visto los 3 primeros capítulos.
El tercer capítulo es como una bebida con demasiada tónica y demasiado hielo: muy amargo y muy frío. Incómodo. Me dejó con una desazón similar a la que me dejó Revolutionary Road. Sólo que Marriage of Figaro me parece muy superior.
Es el cumpleños de la niña. Ella está feliz por la casita, la fiesta y el perrito. No percibe la brutal anormalidad que reina en el mundo de los adultos, la frivolidad de los hombres, las pullas de las mujeres, el engaño de todos ellos.
Desde otra perspectiva, creo que el cine (y la televisión) estadounidense se está excediendo con la crítica a su sueño americano, a los felices años de postguerra. Cuando revisitan los 50 y los 60 tienden a mostrar una mirada de cinismo salvaje. Quizá me equivoco, pero no me parece que se corresponda con la realidad. Es como si les remordiese la conciencia por haber sido felices y buscasen indemostrables secretos de corrupción en la vida cotidiana de las gentes. Puritanismo, se llama.
Seguiré viendo Mad Men. En pequeñas dosis. Es muy buena serie. Muy buena y muy tóxica.

2 comentarios:

e dijo...

Es justo el capítulo que te comenté. No te creas, es la capilla sixtina de mad men, luego todo se vuelve algo arquetípico y "acartonpiedrado". Me parece una serie con posibilidades infinitas (una época y una profesión muy atractivas, un grupo de protagonistas con miga) y que luego no sacan mucho partido a los personajes y situaciones. Ya me irás contando.

el cumpleaños me recordó al baile de El gatopardo, con un personaje "outsider" observando un mundo al que no pertenece y que está a punto de desaparecer. Yo lo vi más nostálgico que amargo (menos Revolutionary Road por tanto). En cualquier caso, muy chulo.

pd. y por cierto, Draper sin traje no es nadie.

Individuo Kane dijo...

La gente, sin traje, no es nadie. Todos somos iguales en paños menores.
Bien: iré contando. Se agradece la advertencia de que este capítulo es lo mejor. Realmente me dejó muy sorprendido.