1/4/09

Sueños de seductor

Empezar la película con el final de Casablanca es, obviamente, todo un acierto.
Además tiene un guión bastante brillante en lo que a réplicas se refiere.
Un diálogo:
-¿Qué vas a hacer el sábado por la noche? -pregunta Woody Allen a la chica que contempla un cuadro de Pollock-.
-Me voy a suicidar.
-Pues, ¿el viernes por la noche?
Otro comentario:
-Mis padres nunca se divorciaron. Aunque se lo rogué muchas veces.
Todas esas secuencias cinéfilas, la imaginación descontrolada de Woody Allen recreando posibles películas y, sobre todo, las alucinaciones en que ve a Humphrey Bogart como asesor sentimental, son una maravilla.
En fin: probablemente el mejor plagio de la historia del cine.

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