23/4/09

Fresas salvajes

Había visto la película hace mucho, muchísimo tiempo. La vi antes de estar preparado para verla. Quizá no es lo más recomendable para introducirse en Ingmar Bergman pero, desde luego, es más asequible que El séptimo sello.
La recordaba con desazón. Obviamente, se me habían quedado grabadas en la mente todas esas escenas oníricas, los sueños del profesor Isak, cercano a la muerte, con la conciencia sacudiendo aldabonazos antes de que fuese demasiado tarde.
Volví a verla porque quería mostrar a unas cuantas personas la fuerza de algunas escenas: las calles vacías, los relojes sin agujas, el ataúd del que emerge una mano que cobra vida, la comida de comensales vestidos de blanco, el kafkiano examen de medicina...
Y, como era eso lo que iba buscando y recordaba, pude entretenerme en la otra parte, en la road movie, el viaje con la nuera y los jóvenes autoestopistas, la relación con el ama de llaves, la visita a la madre. Que es lo importante.
¿No es sorprendente lo satisfecho que siempre queda uno al revisitar los clásicos?

2 comentarios:

e dijo...

justo el 7º sello y ésta son mis favoritas. Para inasequible Persona, que sigo sin saber por dónde cogerla

Individuo Kane dijo...

Quizá algún día eche un vistazo a "Persona". Pero comentarios como el tuyo no me ayudan mucho.