29/3/09

Confesiones de una compradora compulsiva

No se separa un ápice de los esquemas de las comedias románticas. Chico y chica, discusión, reconciliación. Pero tiene varias subtramas funcionando a la par: la boda de la amiga, la competidora, las reuniones de compradores compulsivos anónimos y, sobre todo, el cobrador.
Lo más sorprendente es que hasta hace gracia en varias ocasiones y tiene algún que otro diálogo mordaz: la comparación entre las tiendas y los hombres.
Normalmente, cuando voy a ver este tipo de películas, no hago otra cosa que bostezar. Pues esta vez no.
Tener ahí a John Goodman, Joan Cusack y Kristin Scott Thomas para hacer de meros comparsas en algunas escenas da un poco de pena.
Personalmente soy alérgico a las tiendas. Me da una pereza inmensa tener que ir a comprar algo. Más aún si se trata de ropa. Quizá por eso me alegran la cantidad de cosas absurdas que le pasan a la protagonista.

No hay comentarios: