15/10/08

Cuando Amélie se nacionalizó británica

Happy: un cuento sobre la felicidad es la traslación de Amélie según los ojos de Mike Leigh.
Mike Leigh es, fundamentalmente, un tío tirando a depre, así que Poppy, más que repartir felicidad reparte risas tontas.
Hasta su mejor amiga, leyéndole la palma de la mano, descubre que la línea más gruesa es la línea de las gilipolleces.
Me aburrí bastante porque, como ya he visto más películas de Mike Leigh, sé a lo que juega: deja que gran parte del metraje transcurra lentamente, sin que pase nada, para que acontezca la explosión final, la enjundia y el resultado sea más potente. Así que estuve esperando a que Poppy dejara de hacer tonterías para ver el gran momento. Y, en fin, el gran momento, se queda muy lejos del de Todo o nada. Especialmente porque en Todo o nada el gran momento tenía un sentido redentor extraordinario y en Happy no pasa de ser una anécdota más.
Estaba bastante bien lo de las clases de flamenco, la bailaora sevillana y sus chistes españoles que sonaban a incorrección a los ingleses.
Bien: ¿no tienes la sensación de que Poppy, profesora de primaria, tiene una edad mental probablemente inferior a la de sus alumnos?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me gustó muchisimo Secretos y mentiras. Si yo tengo prejuicios contra pelis con niños sabiondillos tu reconoce los tuyos hacia apellidos como leigh, loach etc...

Individuo Kane dijo...

¡Eh! A mí también me gusta "Secretos y mentiras". Y me gustó mucho "Todo o nada". La interpretación de Timothy Spall era impresionante, descomunal. El momento fuerte de la peli no se me olvidará en la vida.
No tengo prejuicios contra Leigh, simplemente es muy irregular. Si ves "Happy" me darás la razón. Seguro.
Reconozco, eso sí, mis prejuicios contra Loach.
Y podríamos citar a un tal Daldry que a mí si me gusta y a ti no.