26/10/08

Madame Tutli-Putli

Un cortometraje animado sorprendente. Quizá demasiado ambiguo, pero cargado de sugerencias. Me gusta el tren como metáfora del viaje interior, el equipaje como metáfora del pasado con el que cargamos y la mariposa como liberación. Necesitas 18 minutos para verlo completo pero creo que merece la pena. Dividido en dos partes en youtube.

25/10/08

El abogado del terror

Contemplar El abogado del terror es como sentarse a charlar amigablemente con los más conocidos terroristas del mundo, comentar con indiferencia dónde vamos a poner la siguiente bomba y a quién vamos a matar.
Es, sobre todo, asomarse a la mente de Jacques Vergès, el abogado de todos ellos: la Baader-Meinhof, Carlos, Pol Pot, FLN, palestinos, tiranos africanos, banqueros nazis... Schroeder es distante, seco y deja sacar conclusiones. Creo. Eso siempre es difícil saberlo en un documental que, en el fondo, es tan ficción como una película.
Mi conclusión es que si Vergès se hizo abogado en vez de terrorista, fue porque le encanta ser un sibarita.
Es una película hasta cierto punto incómoda. Algunas de las declaraciones son tan asombrosas que dudé si las había oído bien. Una indiferencia absoluta por la vida humana.
Pero consigue que te hagas más preguntas de las que te responde.
Y también te alegras de no tener una mente retorcida y de dedicarte a cosas normales.

24/10/08

Max Payne

Olga Kurylenko hacía un papel divertido en el gótico y vampírico cortometraje de Vicenzo Natali para Paris, je t'aime. En realidad, sus dotes interpretativas se reducen generalmente a quitarse la ropa. En Max Payne tiene el tiempo justo de hacerlo antes de que se la carguen.
Espero que Quantum of Solace, la inminente Bond 22, aporte algo más porque se supone que es la actriz principal. La cosa podría quedar un tanto desangelada.
Cabe preguntarse qué hace en este producto Mark Wahlberg y también Amaury Nolasco. Aquí es un malo malísimo pero sigo recordándole como un tipo majo de Prison Break y no acabo de creérmelo.
Por lo demás, otra floja adaptación de un videojuego.

23/10/08

All Souls

Siempre me interesan las películas y las novelas que intentan ejercicios de teología-ficción. Es un género dificilísimo. Fácilmente se cae en la parodia, en el ridículo o en el pietismo.
El exorcismo de Emily Rose me parece una de las películas más inteligentes que he visto de este estilo. Y pienso que Orson Scott Card es lo más decente que hay en literatura desde la perspectiva de un mormón.
El otro día e me pasó un capítulo de Expediente X titulado Alls Souls. No está nada mal.
Uno de los principales problemas de esta clase de películas es que bien y mal, ángeles y demonios, Dios y Satanás, parece que se disputaran las almas como en una rifa. Esta para ti, esta para mí. Como si la libertad de las personas no tuviera nada que decir.
All Souls está siempre a punto de caer en ese defecto: las cuatrillizas con parálisis mental son asediadas por ángeles y demonios. Parece que el primero que llega se las queda. El gran acierto es que, gracias a la agente Scully, sí pueden decidir: ir a una puerta o a otra, donde aguarda el ángel o el demonio.
La confesión posterior de Dana Scully me parece un tanto forzada. Se supone que no debería tener dudas acerca de lo que ha hecho. Pero de todos modos, no es decisivo para el desarrollo de la trama; es sólo un recurso de estilo para realizar los flash back y contar la historia.

22/10/08

Questa notte è ancora nostra

No estoy completamente seguro, pero creo que fui a ver esta película por lo bien que sonaba el título en italiano. En español la han traducido como La noche es nuestra, exactamente igual que la película del año pasado de James Gray sobre la policía de Nueva York. Por un momento pensé que la reestrenaban, o algo así. La cuestión es que no sé si Questa notte è ancora nostra es una película italiana que copia a las comedias románticas americanas o una comedia romántica americana hecha por italianos. Chico italiano que trabaja en una funeraria quiere tocar rock. El productor busca algo exótico y quiere que en el grupo esté una vocalista china. El chico decide ligarse a una china. Chica china va a ser casada con un chino para saldar una deuda de los padres. Ella no quiere pasar por el aro y finge estar prometida. La chica decide ligarse a un italiano. Por supuesto acaban enamorándose después del lógico desencuentro al descubrir que el otro/otra estaba manteniendo una farsa. Aunque haya entierros y bodas católicas, fontana de Trevi, pizzas y tal, están todos los demás clichés: encuentros en supermercados, fiestas llenas de equívocos y hasta tablas de surf como si esto fuese California. Prefiero decir que es una comedia americana hecha por italianos porque así, al menos, se puede aducir un factor de originalidad. Por lo demás, es triste admitirlo, podría haberla dirigido Nora Ephron. La sensación, en cualquier caso, es extraña, como de desorientación. Y quizá eso está bien.

20/10/08

Tropic Thunder: Una guerra muy perra

Ya comenté que la muerte de Paul Newman aconteció mientras yo veía este bodrio. Admito que me engañaron, qué le vamos a hacer. Pensé que habían logrado hacer una parodia inteligente pero es una demencia como tantas otras.
Sigo esperando que Jack Black vuelva a repetir un éxito tan inteligente como el de School of Rock, pero me parece que voy a esperar sentado.
Un comentario muy breve: creo sinceramente que Ben Stiller debería estar en un psiquiátrico, desde hace años, antes de que haga daño a alguien.

19/10/08

El cayado del Rey Mono

Es lo que tienen los chinos. Todos esos nombres tan poéticos, tan imaginativos y, en el fondo, tan idiotas.
El Rey Mono, el Inmortal Borracho, Gorrión Dorado. El Buscador.
Declaro mis preferencias por Jackie Chan, un tío divertido, ingenioso, ocurrente para inventar coreografías de peleas y con un poso de Charlie Chaplin. Jet Li es más sosaina.
¿Para quién es El Reino Prohibido? Para los fans de uno y otro. Para juntarlos a todos. Para rodar una película con un guión casi inexistente en el que los dos puedan divertirse repartiendo leña. Por eso, lo único interesante, es la sucesión de originales y vistosas peleas de artes marciales y, también por eso, el gran momento es la pelea entre ambos.
Los chinos hablan mucho de prudencia, de sobriedad, de paz cósmica. Te entran ganas de ignorar la película, enroscar las piernas en la butaca en plan Buda y ponerte a levitar. Pero cuando Jackie Chan y Jet Li se encuentran, primero destrozan los muebles y después preguntan. Entonces se dan cuenta de que están en el mismo bando. Pero claro, si primero hubiesen preguntado nos habríamos perdido la exhibición.
Reconozco que al lado de cualquier película de Zhang Yimou, esto que nos ocupa es una piltrafilla. Quiero decir, que no es Héroe, ni La casa de las dagas voladoras, ni La maldición de la Flor Dorada, ni (gracias a Dios) Tigre y Dragón. Pero creo que es muy sano, de vez en cuando, no ponerse demasiado trascendental, no tomarse demasiado en serio toda esa filosofía oriental, a punto siempre de caer en trance. En el fondo son un grupo de gente dándose mamporros, ¿no?

18/10/08

Los limoneros

Esta película, hecha con sutilidad y buen gusto, es una de las mejores metáforas que he visto sobre el conflicto árabe-israelí.
Frontera Israel-Cisjordania. A un lado la viuda que cultiva el limonar. Al otro, el ministro de Defensa israelí. Los servicios de seguridad consideran que el limonar puede ser lugar de riesgo y quieren talarlo. La viuda pone una demanda.
Eso sirve para que vayan apareciendo los hombres árabes, el abogado (muy interesantes sus motivaciones), los medios de comunicación... Pero no en plan John Grisham. Riklis prefiere utilizar las relaciones humanas.
La mujer del ministro acaba por empatizar con la viuda árabe. No mantienen ni un diálogo a lo largo de toda la película, pero las miradas, gestos y reacciones establecen entre las dos unos lazos de amistad más importantes que todo lo demás.
La secuencia final (el ministro israelí a un lado, la viuda árabe al otro) ha hecho variar el paisaje de un modo no del todo previsible. Una secuencia extraordinariamente poética en su sencillez. Como en el conflicto, todos pierden.

15/10/08

Cuando Amélie se nacionalizó británica

Happy: un cuento sobre la felicidad es la traslación de Amélie según los ojos de Mike Leigh.
Mike Leigh es, fundamentalmente, un tío tirando a depre, así que Poppy, más que repartir felicidad reparte risas tontas.
Hasta su mejor amiga, leyéndole la palma de la mano, descubre que la línea más gruesa es la línea de las gilipolleces.
Me aburrí bastante porque, como ya he visto más películas de Mike Leigh, sé a lo que juega: deja que gran parte del metraje transcurra lentamente, sin que pase nada, para que acontezca la explosión final, la enjundia y el resultado sea más potente. Así que estuve esperando a que Poppy dejara de hacer tonterías para ver el gran momento. Y, en fin, el gran momento, se queda muy lejos del de Todo o nada. Especialmente porque en Todo o nada el gran momento tenía un sentido redentor extraordinario y en Happy no pasa de ser una anécdota más.
Estaba bastante bien lo de las clases de flamenco, la bailaora sevillana y sus chistes españoles que sonaban a incorrección a los ingleses.
Bien: ¿no tienes la sensación de que Poppy, profesora de primaria, tiene una edad mental probablemente inferior a la de sus alumnos?

13/10/08

Cuatro vidas

No voy a negar que el reparto es de campanillas. Kevin Bacon, Julie Delpy, Andy García, Sarah Michelle Gellar, Emile Hirsch, Forest Whitaker y el mismísimo Brendan Fraser a quien es difícil ver en ocasiones y que ahora tiene tres películas simultáneas en los cines.
Es una película de vidas cruzadas y, en concreto, trata de acercarse a Vidas contadas. Pero si en Vidas contadas había 13 conversaciones sobre una cosa (título en inglés) para hablar con sutilidad acerca de la felicidad, en Cuatro vidas hay cuatro momentos llenos de tensión y furia para hablar de no se sabe muy bien qué.
Me gustaron los toques mágicos, la visión de futuro de Brendan Fraser y la existencia de un nuevo tipo de sangre. Pero sobre todo me gustó esa escena en que Forest Whitaker, después de atracar el banco, coge una moto, huye con ella de la policía y se dispone a subir las escalinatas hacia un lugar en que dará esquinazo a sus perseguidores. Y, justo entonces, vemos lo que no vemos nunca en el cine: la moto no sube las escaleras. Acontece la realidad: o eres un especialista o te estrellas contra los peldaños para darte un golpe de campeonato.
El cine nos había acostumbrado tanto a que las motos, e incluso los coches, suban y bajen escaleras que se nos había olvidado la realidad.

12/10/08

La conspiración del pánico

Está claro que a D. J. Caruso le gusta Hitchcock. Otra cosa es lo que hace luego con él. Persecución del hombre inocente que ignora qué pasa, concierto de música en el que una nota puede desencadenar el drama, ambientación de la acción en lugares novedosos...
La conspiración del pánico es entretenidísima. Te subes a ella cuando ya va acelerando y no te puedes bajar en un par de horas.
Hay algunas incongruencias internas, claro. No entiendo por qué el ordenador no se carga a sus objetivos del mismo modo que se carga a cualquier otro; debería saber que implicar al factor humano es un riesgo porque estamos bastante locos. Además, en cuanto apareció el ordenador, supe que si le desguazabas el ojo, los problemas se solucionarían. Rosario Dawson se dio cuenta muy tarde.
Pero lo que no tiene explicación posible, lo que es una trola increíble, lo que no cuela de ninguna manera es lo del cable de alta tensión. Simplemente: no se puede. Por mucho ordenador que seas.
En fin, cito, porque viene a cuento, lo que dijo Benjamin Franklin: quien renuncia a parte de su libertad para obtener más seguridad, no merece la libertad ni la seguridad.

11/10/08

Death Race

Esta película apenas sería reseñable. Da lo que promete, es entretenida y no dura en el cerebro más allá de su visionado.
Pero es una buena prueba de cómo la paternidad produce en las personas efectos absolutamente inesperados, reacciones imprevisibles y formas de expresión de las que posiblemente su responsable se habría arrepentido tiempo antes.
Paul W. S. Anderson y su señora Milla Jovovich han sido papás recientemente. Eso es lo único que explica la escena final de Death Race. Después de ofrecernos durante 100 minutos un apabullante despliegue de salvajes carreras de coches, tiroteos, explosiones, gente decapitada, peleas y asesinatos, llega el momento culmen. Jason Statham escapa, recoge a su niño y dice que, aunque él no es un hombre perfecto, nadie puede amar a su bebito más que él.
Qué tierno. Qué bonito.

10/10/08

Todo el mundo es imbécil

Estos son los protagonistas (imbéciles) de Quemar después de leer.
John Malkovich es un analista de la CIA, espía despedido por su incompetencia. Sus memorias no las quiere nadie pero la egolatría de la gente desencadenará la acción.
Tilda Swinton es su mujer, pediatra con una mala leche impresionante (genial la escena en la consulta con el niño). Es amante de George Clooney.
George Clooney agente federal, completamente paranoico, considera sus habilidades muy por encima de lo real.
Frances McDormand, empleada en un gimnasio, quiere hacerse, gratis, cuatro operaciones de cirugía estética.
Brad Pitt, compañero de trabajo de Frances McDormand, es imbécil a secas. El disco de memorias de John Malkovich cae en sus manos y cree que tiene el mundo en sus manos.
Richard Jenkins es el encargado jefe del gimnasio. Como todos los hombres cobardes y apocados estará dispuesto a hacer una locura para impresionar a la mujer que quiere.
Primera reflexión. ¿Te has dado cuenta de que todos son igualmente imbéciles pero que sólo las mujeres logran lo que quieren mientras que los hombres acaban bastante mal?
Segunda reflexión. Dejando al margen algunos momentos francamente divertidos la película es bastante flojita. En mi opinión, vale lo que vale Brad Pitt: una interpretación tan original y extraordinaria como las que hizo en 12 monos o Snatch, cerdos y diamantes.

9/10/08

Asesinato justo

Se ve que a los actores, como a los futbolistas, les cuesta retirarse en el momento oportuno. Algunos, dotados de especial clarividencia o dignidad, saben hacerlo.
Yo comprendo que a Robert de Niro y Al Pacino les cueste dejar el empleo. Es lógico. Pero están empañando toda su carrera pasada. La cuestión no es que Asesinato justo sea mala (que lo es) ni que resulte inconcebible (ellos dos haciendo pesas, dando carreritas, sacudiendo mamporros, disparando como Buffalo Bill) ni que la trama romántica sea estúpida (¿de Niro con Carla Gugino? Por favor...) ni que el final sorpresa sea una vacilada (la trama no es sorprendente, sólo se intenta confundir al espectador); la cuestión es que no es digna de ellos.
Hace años a los actores les daba por reunirse y poner un restaurante o una cadena de restaurantes bajo su patrocinio. Voy a sugerir algo: ¿qué tal si de Niro y Pacino se unen para promocionar una cadena de geriátricos? De este modo, quizá les cueste menos ingresar en uno de ellos.
Es sólo una idea. Supongo que sirve cualquier cosa con tal de que nos dejen en paz y podamos seguir recordándoles por sus buenos papeles.

8/10/08

CJ7

CJ7 no es la séptima generación de clones de Claudia Jean Cregg (Allison Janney en El Ala Oeste de la Casa Blanca). Lo digo por si determinadas personas piensan en ver una versión aún más mejorada de la más famosa jefa de prensa.
CJ7 es la última marcianada, y nunca mejor dicho, de Stephen Chow, ese director hongkonés capaz de pasar, de un plano a otro, del chiste marrón más absoluto al lirismo más acaramelado. Es una película destinada, única y exclusivamente, a aquellos que disfrutaron de Shaolin Soccer y Kung Fu Sion.
Destinada a mí, por ejemplo.

6/10/08

La monja, la novicia y el transportista

La monja de los No Élites es Michelle Yeoh y, por eso, no nos extraña que sepa artes marciales; la novicia tiene telepatía y algún que otro superpoder desarrollado; el transportista es Vin Diesel que no tiene superpoderes ni nada semejante pero hace lo de siempre: repartir mamporros y tirar para adelante.
Si el director de una película te dice que el producto es un bodrio, debes confiar en su sinceridad. Al pobre Mathieu Kassovitz le dejaron el montaje inicial de 161 minutos en 90 justos. Eso explica muchas cosas. Aunque temo que con los 161 minutos totales tampoco habría resultado mucho mejor.
Babylon es otro de esos cócteles en los que se mezclan dos películas para ver qué sale. En este caso el comienzo es el de Hijos de los Hombres y el final el de Blade Runner. A medida que avanza va a peor, de modo que, en algún momento del metraje, empiezas a desear que, alguien, cualquiera, por favor, encuentre la manera de cargarse definitivamente a los tres protagonistas.
Definitivamente.

2/10/08

El niño con el pijama de rayas

Con tantos testimonios reales acerca del Holocausto, es un peligro intentar la ficción. A Roberto Benigni le salió bien con La vida es bella porque disfrazaba de comedia absurda las situaciones descabelladas.
Pero El niño con el pijama de rayas es un drama y la sensación que me produce es la de inverosimilitud. Acepto las buenas intenciones y entiendo que busque el corazoncito del espectador e incluso me parece un acierto que nos cuente la perspectiva de la familia nazi.
A la postre, todo es increíble.
Desde luego, yo pensaba que los campos de concentración estaban mejor vigilados. Eso de hacer un agujero para entrar, no sé, no sé...