Una de las muchísimas cosas que le debo a e es que me descubrió a Hal Hartley. Y no lo habría descubierto nunca de no ser por ella.
Hal Hartley no me vuelve loco pero deja en el cerebro muescas, como las deja un pistolero en la culata de su revólver. Hay escenas, secuencias, fotogramas, que son, sencillamente inolvidables. No importa que el guión tome rumbos extraños o que todo ocurra de forma tan surrealista que te haga preguntarte qué demonios haces viendo esas rarezas. Hal Hartley es friqui, onírico, original y redundante. Hipnótico.
Como en esta ciudad en que vivo (más de 60 salas) no consideraron adecuado proyectar Rebobine, por favor, he intentado hacer un poquito de presión a los taquilleros, vendedoras de palomitas y corta-entradas. Les digo que supongo que sí van a proyectar Fay Grim. En general se encogen de hombros pues no tienen ni idea de lo que les estoy hablando. Y ni siquiera se avergüenzan.
Pero hubo uno, más enteradillo que los demás, que me dijo:
-Tío: pero si ha tardado dos años en estrenarse...
Por lo que debo suponer que no van a proyectarla.
El lunes me voy de vacaciones, lejos de esta urbe, y confío en que allí tengan un poco de decencia.
2 comentarios:
Es la segunda parte de Henry Fool, te diré de dónde bajarla, y te tengo que enseñar entonces a perder del todo la cabeza por Hal Hartley. Amateur, Trust y La increíble verdad no merecen menos.
Vi "Amateur" contigo. Y otra de cuyo título no me acuerdo. Quizá Trust.
Las críticas que he leído no son muy buenas, aunque, bien mirado, le critican por ser Hal Hartley.
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