14/4/08

Pollo para cenar

Quizá he visto demasiadas películas; o quizá es, simplemente, que vi Nueve Reinas; o quizá es que después de Ocean's Eleven, Ocean's Twelve y Ocean's Thirteen, las fuentecillas luminosas de Las Vegas me las conozco de memoria; o quizá es que, cuando la película ya ha acabado, aún queda media hora y te lo hueles; o quizá es que, en el fondo, 21: blackjack es un mero artificio.
Lo cierto es que si me dan papel y boli a 30 minutos del final y me piden que escriba lo que falta, podría haberlo hecho sin equivocarme. Y eso, para una película que guarda su punto fuerte en la sorpresa final, ronda los límites del desastre.
Tuve la sensación de estar viendo un producto prefabricado para consumo adolescente en la misma máquina en que hacen las palomitas: comercial, teen y cool, si quieres. Pero absolutamente mecánico y previsible hasta en sus momentos malos. Y hasta en sus momentos buenos.
Con decirte que hasta Kevin Spacey empieza a repetirse...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin por supuesto mencionar Casino, que no nos gustan los italoamericanos, no?... Los géneros no lo sé, pero algunos subsubsubgéneros están claramente agotados (y ni siquiera sé si esto va de casinos o de estafas)

Individuo Kane dijo...

El problema no es que tú no sepas si esto va de casinos o de estafas. El problema es que la propia película no lo sabe. Empieza siendo de un género y termina de otro. ¿Cómo lo consigue? Aburriéndote durante la media hora central para que olvides de qué iba al principio. Así pueden contarte otra cosa al final. Pero ese final, ya digo, si has visto "Nueve Reinas", también te aburre.

Anónimo dijo...

Quizá no cuenta nada nuevo ni sorprendente; y tal vez el hecho de que el género no esté definido hace que sea, a veces, incómoda de seguir, o de la sensación de que hay cabos sueltos. Pero hay que reconocer que es entretenida, y que los personajes inspiran complicidad. Creo que los actores han salvado la película, que podría haber sido mucho peor.

Individuo Kane dijo...

Me resultó entretenida al comienzo: presentación de personajes, mundillo universitario, un profe alternativo... Pero cuando empiezan a hacer dinero, cosa que dura una media hora, me aburrí de verdad. Y, cuando llega el final, sabía positivamente que me estaban vendiendo otra vez "Nueve Reinas" de modo que tampoco me gustó. Pero, en fin, supongo que sí es disfrutable si uno se deja llevar. Yo no me dejé.
Voy a ser sincero: quería ver cómo Laurence Fishburne (¿por qué no hace más películas este hombre?) machacaba a puñetazos a Jim Sturgess. Y, entonces, viene el maldito pacto.
Otra vez será.