29/4/08

Lars y una chica de verdad

En la línea indie de Pequeña Miss Sunshine y Juno, aunque en clave dramática, tiene mucho más humor que la mayoría de supuestas comedias que se hacen en la actualidad.
De nuevo una localización geográfica norteña, una topografía dominada por el frío, algún punto de Canadá, sirve para justificar la existencia de unos cuantos personajes extravagantes.
Está claramente influida por Mi amigo Harvey, aquella película en la que James Stewart charlaba con un conejo invisible de 1,80 m. de altura al que sólo veía él.
Y pensé que quizá sólo Jimmy pudo hacer aquella película en su momento y sólo Ryan Gosling podía hacer de Lars en la actualidad. Y también creo que Emily Mortimer es uno de esos talentos desaprovechados por Hollywood.
Lo más sorprendente de esta película es que no se les vaya de las manos: al borde del absurdo, del histrionismo y de la farsa, sin caer en ningún momento en esos baches. Bien por Lars y su chica.

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