1/1/08

Angelitos quiero

Vi esta película en circunstancias un tanto especiales ya que se trató de un pase algo más que privado. Superprivado o hiperprivado. Tony Gratacós, el productor, tuvo el detalle de ponérmela en la sala de estar de mi casa.
Ángeles S. A. es una réplica exacta de una película Disney. Sólo que no es yanqui sino española. Y, en ese sentido, no aporta nada pero es justo lo que el cine español necesitaba. Me sorprendió que alguien, en España, hubiese entendido al fin el problema. Si queremos competir con el cine de Hollywood hay que hacer cine como el de ellos. A todos los niveles: adulto, infantil o intermedio. Autóctono y con tortilla de patatas. Para eso pones ahí a Pablo Carbonell en vez de a Tom Cruise.
Para los fans incondicionales de María Isabel, para los antes muertos que sencillos, está la chiquilla.
Yo me quedo con la escena en que Anabel Alonso tiene que abandonar el cielo y sus alas para transformarse en repartidora de pizzas. Me pareció un golpe sencillo y previsible pero eficaz.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Alucinante. ¿Es esta la receta para el cine español? Venga hombre, si tu amigo es productor de un engendro, lo mejor que puedes hacer es hablar de lo que te han traído los reyes, y no hacer piruetas para justificar una porquería.

Individuo Kane dijo...

Ey, Anónimo. ¿Qué te pasa? ¿Tus reyes no fueron buenos o tú no fuiste bueno?
¿Te has fijado en que eres el primer individuo en este blog que crítica una película sin usar un sólo argumento racional?
Anímate. Explica los adjetivos. ¿Por qué alucinante? ¿Por qué engendro? ¿Por qué porquería?
Y si me dices algún título español similar a "Ángeles S. A." después de "Parchís entra en acción" (1983) debatimos sobre recetas.