31/1/08

Jennifer Flacket y Mark Levin

Ni la una ni el otro te sonarán porque apenas nadie les prestó atención. Sin embargo, fueron ellos quienes protagonizaron la primera entrada de este blog.
Por razones obvias que puedes entender leyendo esa entrada (número de espectadores) pensé que nunca volvería a encontrarme con esta pareja realizando otra película.
Existen los milagros. Alguien les ha dado otra oportunidad y están rodando Nim's Island. Estaré pendiente de su estreno. El buen rato que me hicieron pasar merece toda mi atención.
Esta vez cuentan con Gerard Butler, Jodie Foster y Abigail Breslin. Simplemente espero que mantengan el espíritu de sorpresa ante la vida que mostraron en Pequeño Manhattan. No queda mucha gente capaz de sorprenderse con cosas tan rutinarias como el primer amor.

30/1/08

4 meses, 3 semanas, 2 días

He dejado pasar los días porque no sabía cómo enfocar un comentario sobre esta película. No se puede bromear con ella. Nada de ironías ni de risitas. ¿Cómo hacer un chiste después de acompañar a Gabita en el que fue, sin duda, el día más agobiante y descarnado de su vida? Tantas experiencias traumáticas en tan poco tiempo dejan lesiones irreversibles.
4 meses, 3 semanas, 2 días es la edad del feto el día en que lo abortan. Y ahí nos lo deja, tan pequeño, tan sangriento, tan formado sobre las baldosas del cuarto de baño.
La historia narra un aborto clandestino. Pero el fondo se refiere a algo más tremendo aún por increíble que parezca. Es la expresión de una sociedad vacía que empuja a la miseria moral. Nadie conoce a nadie, todo el mundo se ignora mutuamente, cada uno vive ajeno a los demás. Por eso, caminar al lado de Gabita, el único ser humano con sentimientos humanos, es más estremecedor aún.

29/1/08

Hacia rutas salvajes

Sean Penn y un servidor solemos tener problemas. No nos entendemos. A veces sí, cuando logra expresar justo lo que quiere expresar. La sencillez de Yo soy Sam o la mirada asesina de Mystic River.
Pero cuando se pone didáctico y quiere que compartamos su idealismo que es ideología, las ideas se comen a los personajes. Y entonces me deja indiferente.
El protagonista de El asesinato de Richard Nixon, por ejemplo. Es un individuo tan colgado, tan voluntariamente apartado del mundo, tan desconectado de la realidad, que no consigue empatía en ningún momento. ¿Que lo fríen a balazos? Pues muy bien. Era lo previsible.
Con Hacia rutas salvajes me pasa lo mismo. Desprenderse de todo e irse a Alaska a comer lo que dé el campo. A todos se nos ha ocurrido hacer algo así. No lo hacemos porque no somos tan egoístas, porque sabemos que el problema no es la sociedad sino nosotros y porque, en el fondo, sabemos que la felicidad sólo se consigue compartiéndola con alguien. El prota tarda mucho en darse cuenta de algo tan sencillo. En realidad, tarda demasiado.
Así qué, ¿cómo quiere que simpatice con él o que le comprenda? Preferiría saber la historia de sus padres y su hermana. Eso sí que prometía.
Si sospechas con miedo que esta película se parece mucho a Una historia verdadera diré que tienes razón. Si no eres cinéfilo... ¡huye!

27/1/08

El tonto del culo

Hay una escena de OSS 117: El Cairo, nido de espías en la que un personaje se pregunta si el protagonista, el agente secreto, es tonto del culo o un genio. A mí no me caben dudas.
La peli es un buen ejemplo para explicar por qué prefiero el cine anglosajón al europeo. A veces, con películas sesudas, pueden existir dificultades a la hora de argumentar razones. Digamos que los buenos dramas anglosajones (escasos) también me gustan más que los buenos dramas europeos (no tan abundantes como se quiere creer). Una película de género ayuda a ver la distinción.
Johnny English, al lado de esta bufonada casi parece grande. Por una razón muy sencilla: sabe encontrar el ritmo adecuado que necesita una parodia. OSS 117: El Cairo, nido de espías pretende construir una parodia con el ritmo de Amélie o Caché. Todo es lo mismo: comedia, romance, drama...
Que yo recuerde, así a bote pronto, hay gags sobre Casablanca, James Bond, El hombre que sabía demasiado, El superagente 86, Johnny English, Ocean's Twelve... y muchos más. Pues ocurre justo lo contrario de lo que debería ocurrir: la parodia es mucho más larga, discursiva e intelectualoide que el referente original.
Ese es un modo como cualquier otro de cargarse cualquier potencial cómico que pudiese existir. Espero con ansia el regreso de El superagente 86. Con Steve Carell y Anne Hathaway. Wow.

25/1/08

Lost 4x1-8

El 31 de enero comienza la emisión de la 4ª temporada.
Sólo 8 capítulos por culpa de o gracias a la huelga de guionistas.
Dice Sun que, como son menos episodios, aumentará el ritmo, así que supongo que habrá que verlos en cámara lenta para no perder detalle.
El helicóptero que aterriza en la isla para rescatar a nuestros amigos no será lo que parece y seguiremos viendo flash-forward de Kate y Jack.
Y para el 20 de marzo otra vez a esperar.

24/1/08

Mimzy: más allá de la imaginación

El subtítulo (más allá de la imaginación) debería haber sido más allá de la cordura, más allá del colocón o algo así.
Mimzy podría haber sido simplemente un plagio de E. T. el extraterrestre. Conformarse con eso, sustituir al conejo de peluche por el marciano, habría quedado hasta resultón. Le daríamos al director unas palmaditas en la espalda, le diríamos que había sido un pillín y que habíamos descubierto de dónde había tomado la idea. Y ya está.
Pero los guionistas, no contentos con eso, organizan una alucinante empanada mental. Se supone que es una película para niños y niñas tan encantadores como la moza de la foto. Pues resulta que la película empieza a mezclar filosofía oriental, física cuántica, génetica pseudo-científica, efectos paranormales, viajes temporales... Sólo falta un hechicero en taparrabos.
Es verdad que 2001: Una odisea espacial venía a ser lo mismo y les salió bien. Pero claro, intentar alternar todo ese batiburrillo con gracietas infantiles descoloca un poco al espectador.
Es una de esas ocasiones en que me gustaría conocer a los guionistas para ver la cara que tienen.

23/1/08

Los crímenes de Oxford

Es un buen ejemplo de lo que les pasa a los relativistas. Cuando han llegado a la conclusión absoluta (la verdad no existe) están afirmando una verdad. Y entonces tienen que complicarlo todo, cambiar el significado de las palabras e introducir comparaciones para convencernos de lo imposible. Cuando un relativista te ponga un ejemplo comparativo córtale de inmediato.
Álex de la Iglesia se defiende bastante bien con este argumento deliberadamente confuso. De hecho es meritorio que, al final, todo resulte comprensible. El guión relativista quiere que no sepamos si hay un asesino, dos, tres o cuatro. Lo cierto es que hay dos. Lo demás es palabrería.
Parte de la palabrería va encaminada a decirnos que, dada una serie lógica, el siguiente término puede ser casi cualquier cosa. Todo depende del razonamiento. Y si lo miras desde la otra parte de la palabrería entonces hablamos de teoría del caos (la mariposa, la tormenta, Japón y todo eso).
Bueno, pues incluso lo he aceptado como ejercicio de estilo. Pero de verdad que no hacía falta tanto retorcimiento, ni tanta rareza.
Estoy pegándome con la secuencia estilo Jean-Pierre Jeunet que incluso viene presentada por Dominique Pinon. No sé si es una estupenda ocurrencia o algo absolutamente superfluo.
De todas formas, en un par de semanas, es probable que tenga que hacer esfuerzos hasta para recordar el título.

22/1/08

S. O. S. (II)

Quizá me excedí ayer machacando a En el valle de Elah. Algunos, preocupados, me han pedido que rectifique. Obviamente no puedo hacerlo. Como mucho puedo citar alguna cosa más que me pareció digna de interés (leve).
En primer lugar me ratifico: no puedes vestir de trama policiaca una idea tan simple como la que expone Paul Haggis. Y ni siquiera una idea compleja si la trama policiaca es bastante ridícula en sí. Lo de las firmas en las facturas de las hamburguesas es el colmo.
En segundo lugar menciono un detalle que tiene su gracia y, quizá, algo de contenido. Tommy Lee Jones acude a la cama del chaval para leerle un cuento antes de dormir. El niño está con El león, la bruja y el armario. Tommy Lee Jones echa un vistazo al libro para ver qué puede interesarle al chaval. Después de un rato dice:
-No entiendo ni una sola palabra.
No sé si esa frase forma parte de la caracterización del personaje de Tommy Lee Jones o si es un sentimiento de Paul Haggis. Las consecuencias pueden ser pavorosas.

21/1/08

S. O. S.

Ya perdonarás que sea tan cenizo y le saque defectos a En el valle de Elah. La culpa la tiene la película por ser tan ceniza. Triste, depresiva.
Sí tiene algunas cosas buenas y ese par de momentos arrasadores de los que Haggis hacía gala en Crash. Pero esta vez, no justifican el tedio (como lo oyes, tedio) que recorre la mayor parte del metraje. Tremenda la conversación telefónica de Susan Sarandon con Tommy Lee Jones. Tremenda y, en el fondo, tópica.
En el valle de Elah está vacía. La tesis es que a todos los soldados americanos en Irak se les va la olla en algún momento y, entonces, hacen una barbaridad.
Lo que me cabreó de veras fue el sobre. ¿Por qué un tipo se autoenvía a casa un sobre que en realidad es para su padre y que lleva una bandera de Estados Unidos sin motivo alguno? ¿No se le ocurrió otra manera a Haggis de justificar el poner la bandera de Estados Unidos boca abajo?
La bandera, boca abajo, significa que necesitan ayuda.
¿Y? ¿Ya está? ¿Eso?
Voy a echar un vistazo a algún capítulo de Eureka o cualquier tontería que tenga por ahí. Seguro que le saco más partido.

19/1/08

Eureka

Sí, lo sé. No hace falta que nadie me diga nada. Soy consciente de que Eureka es una serie dirigida básicamente a premios Nobel con baja por depresión, científicos desubicados y los dos o tres individuos que andan por este mundo después de haberse perdido en alguna línea temporal. Sé que no es una serie explosivamente cómica, que el drama es bastante elemental y que a los personajes les cuesta evolucionar tanto como a las gafas de Woody Allen.
Pero me gusta porque cada capítulo contiene algún detalle absolutamente encantador, procedente de una imaginación verdaderamente original. Son pequeñas ocurrencias, planteamientos absurdos o apuestas delirantes por el sentido común dentro de un mundo surrealista.
¿Cómo no seguir viéndola con un arranque como el que ofrece el capítulo 10 de la primera temporada? ¿Qué clase de circunvoluciones posee un cerebro capaz de unificar en una misma escena Apocalypse Now y Con la muerte en los talones?

16/1/08

AVPR2

Entre las muchas razas alienígenas con que la humanidad ha topado desde que aprendimos a viajar por las galaxias, los Alien y los Predator son, sin duda, las mayores bestias pardas con las que tenemos que lidiar. Comprenderás que tenga que acudir a su llamada cada vez que el cine cuenta algo de ellos.
Aliens versus Predator 2 es, definitivamente, la peor de las sagas. Para que te vayas haciendo una idea puedes echar un vistazo a la foto de los dos directores que adjunto. Uno podría pensar que con un cuarto de director habría sido suficiente. Pero después de conocer a los hermanos Strause quizá las opciones pasan por incluir a alguien más de la familia.
La película se caracteriza por olvidarse de todos los elementos de la saga para centrarse en secuencias gore. La carnicería en la planta de maternidad es realmente... gore.
Otro elemento determinante es que, eliminar los diálogos por completo, no habría afectado en nada la narrativa y se podría haber exhibido la película como una propuesta de cine alternativo.
He podido darme cuenta una vez más de que Bowling for Columbine fue un documental muy mal documentado. Michael Moore no tiene ni idea de lo que se perdió al no entrevistar a la gente de este pueblo. Hasta el más tonto tiene una metralleta. Y si no la tiene se la dan.

14/1/08

El terrible dolor que os he causado

Cuando el reparto de una película es bueno, todos pasan desapercibidos. Te transmiten las emociones con tanta sinceridad que te olvidas de que ahí hay gente actuando. Aunque también puede ser que, pese a todo, haya uno que destaque. En esta ocasión me parece que James McAvoy está por encima de la media. Aunque tampoco me voy a retar en duelo si alguien me lo cuestiona.
Lo que maravilla de Expiación son ciertos atrevimientos formales: la duplicación de escenas para contar distintos puntos de vista, usar el rebobinado, las teclas de la máquina de escribir utilizadas como instrumento musical y, especialmente, el plano-secuencia de la playa.
Sigo pensando, claro, que el libro es mejor. Pero me alegra que, al fin, Ian McEwan pueda contemplar una buena adaptación de una obra suya. Y que esa obra sea la mejor que ha escrito.
Libro y película me han fascinado.
Y eso que uno y otra hacen trampas hasta decir basta.

13/1/08

Galáctica, Estrella de combate

Aún imberbe descubrí esta serie cuando no era difícil descubrir nada. Había dos canales de televisión y los veranos, por la tarde, si no ponías uno tenías que poner otro.
Galáctica, Estrella de combate fue la serie que me mostró la existencia de la ciencia-ficción. Esa idea de una humanidad, viajando en naves espaciales en busca de un mítico planeta llamado Tierra, resultaba seductora. Mientras trataban de encontrar un lugar para aposentarse eran perseguidos por los Cylon.
Después de echar un vistazo a la nueva versión que están realizando de Galáctica, Estrella de combate no puedo decir que me sienta entusiasmado, aunque no me ha repelido. Los efectos especiales son un poco mejores, claro, sin que eso signifique que hayan decidido dejarse la pasta en ellos. Decentes. Lo que está francamente mal son los efectos de sonido y eso es grave porque sabemos permanentemente que estamos en un plató.
La trama. Iré al fondo: en la primera serie era infantil e ingenua. Ahora es adulta e ingenua. Quiere eso decir que han perdido la sencillez sin ganar en profundidad. Todo el apartado pseudo-religioso (los dioses de Kobol, el supuesto monoteísmo Cylon, la rubia Número 6 de Baltar, el propio Baltar) es tan repetitivo, tan poco original, tan forzado, que no entiendo por qué siguen con ello. ¿No han hecho encuestas?
En fin. La serie de los 70 me abrió el espacio interestelar. La actual, pues vale, pues muy bien.

10/1/08

Lo que hay que hacer. Sarah Michelle Gellar.

Empiezo una especie de sección dedicada a los inicios de la carrera de actores y actrices. Uno tiende a pensar que vaya suerte que ha tenido toda esta gente, pero lo cierto es que algunos se lo han tenido que currar de verdad.
En ocasiones han tenido que hacer cosas increíbles.
Empiezo por una pequeñita cazavampiros que, en aquellos momentos, se dedicaba a publicitar Burger King.
Nota: no sé cuánto durará esta sección ni cada cuánto aparecerá.

9/1/08

La sombra del cazador

No digo que George Clooney o Brad Pitt sean malos actores. Sólo que no entiendo por qué tanto bla, bla, bla sobre ellos en una película como Ocean's Eleven, cuando también estaba ahí Don Cheadle que, en muchas ocasiones, es mejor actor que ellos.
Lo mismo estuve pensando en La sombra del cazador. Que si Richard Gere esto, que si Richard Gere lo otro. Y lo mejor que se puede decir de Richard Gere es que tiene menos registros que la guía de teléfonos de Dogville. El tío tuvo la suerte de hacer Pretty Woman (donde se lo comió una primeriza Julia Roberts) y Chicago (donde se los comió a todos Catherine Zeta-Jones). En La sombra del cazador está Terrence Howard. No le van a dar un premio pero hay que estar ciego para no ver que actúa mucho mejor que Richard Gere.
¿La película en sí? Te hace perder la fe en la humanidad, critica todo lo que se le pone por delante y, como es muy cínica, te hace sospechar que quizá los denunciados sean los que tienen razón, que el equipo ha cargado las tintas.
La afirmación inicial (Sólo las partes más ridículas de esta historia son reales) resulta motivadora al principio y ridícula al final.

8/1/08

Studio 60 on the Sunset Strip

En primer lugar me gustaría felicitar a Aaron Sorkin por sus habilidades de timador. Vender dos veces el mismo producto a la misma persona/entidad no lo hace ni Ocean. Sorkin logra engañar a la Warner y les entrega, de nuevo, El Ala Oeste de la Casa Blanca. Para disimular un poco le cambia el título y les dice (¡gran cebo!) que la historia se desarrolla en unos estudios de televisión. Algo así como el Saturday Night Live.
Studio 60 tiene muchas virtudes de El Ala Oeste pero también, por desgracia, muchos defectos que parecen inevitables. La Casa Blanca es mucho más interesante que un estudio, las historias de los personajes giran casi exclusivamente alrededor de lo sentimental, la variedad de situaciones se ve limitada y, cuando quiere salirse de esquemas, resulta un poco forzado.
Pero claro, Sorkin es un trilero de los buenos y te entretiene con las apariciones de Masi Oka, Sting y, sobre todo, con ese capítulo de Allison Janney. Además hay tonterías tan habilidosas como las de parodiar a Tom Cruise o Nicolas Cage (tremendo). Aunque si tengo que elegir un gag opto por el de Sarah Paulson imitando a Juliette Lewis: una auténtica puñalada trapera de las de toda la vida.
Me entretuvo. Pero entiendo que no dé para más de una temporada.

7/1/08

Wes Anderson

El estreno de Viaje a Darjeeling, lo último de Wes Anderson, es una ocasión propicia para desahogarse, berrear y arrojar tomates sobre todos y cada uno de los fotogramas que este señor ha filmado en su vida. Por favor, no te cortes. Disfruta. Expulsa la bilis que llevas dentro. No te dejes engañar por los que consideran que la levedad es una muestra de genio. En la vida hay pocos momentos para dar rienda suelta a la ira de un modo tan justificado.
Life Aquatic me hizo pensar profundamente acerca de esta cuestión: o yo estoy loco o lo está ese tío (Wes Anderson). Si ese tío (Wes Anderson) lo está, ¿por qué le dejan dirigir una película? Si el loco soy yo, ¿por qué me dejaron entrar en una sala de cine? ¿De verdad vivimos en un mundo tan tolerante que admite tanta variedad de locura?
Han pasado tres años y sigo preguntándome, en las noches de insomnio, por qué deberían hacerme gracia unas zapatillas de deporte, un gorro rojo o los camarotes de un barco...
Sí. Ya tengo otra película para mi lista de odio.

6/1/08

Héroes. 2ª hornada.

Todos tenemos poderes especiales. No lo digo en plan meloso-pegajoso, tal como se lo podría comentar la tía May a su sobrino Peter Parker. Lo digo en serio. Mi hermana, por ejemplo, es normal; pero cuando le tocas las muñecas experimenta una transformación muy similar a la de Niki/Jessica. No es esquizofrénica ni nada por el estilo. Simplemente se activan sus superpoderes. No es el único ejemplo. Tengo un amigo que cuanto más a dieta se pone más engorda (y no es verdad que coma a escondidas) y otro al que le gusta (de verdad) ser funcionario. Quería serlo desde pequeño.
Por eso no es difícil identificarse con los chicos de la serie. Los problemas de esta segunda temporada son: aparcar a unos cuantos personajes, repetir historias personales y repetir la historia general. Lo de la animadora, por poner un ejemplo. ¿Tan desesperadas están las adolescentes americanas por ser animadoras? ¿No conocen otro tipo de ocupación? Entre las cosas buenas está la aparición de esa chica con memoria muscular o algo así.
Espero que la tercera temporada no consista, otra vez, en salvar el mundo. Empieza a ser aburrido.

1/1/08

Angelitos quiero

Vi esta película en circunstancias un tanto especiales ya que se trató de un pase algo más que privado. Superprivado o hiperprivado. Tony Gratacós, el productor, tuvo el detalle de ponérmela en la sala de estar de mi casa.
Ángeles S. A. es una réplica exacta de una película Disney. Sólo que no es yanqui sino española. Y, en ese sentido, no aporta nada pero es justo lo que el cine español necesitaba. Me sorprendió que alguien, en España, hubiese entendido al fin el problema. Si queremos competir con el cine de Hollywood hay que hacer cine como el de ellos. A todos los niveles: adulto, infantil o intermedio. Autóctono y con tortilla de patatas. Para eso pones ahí a Pablo Carbonell en vez de a Tom Cruise.
Para los fans incondicionales de María Isabel, para los antes muertos que sencillos, está la chiquilla.
Yo me quedo con la escena en que Anabel Alonso tiene que abandonar el cielo y sus alas para transformarse en repartidora de pizzas. Me pareció un golpe sencillo y previsible pero eficaz.