31/3/07

Esquemas mentales

Cuando a determinado grupo de población (varones adolescentes de inquietud intelectual tendente a cero) les puse Hijos de los hombres y no les gustó, traté de averiguar lo antes posible qué era lo que les motivaba en cine.
A los pocos días, J. estaba encantado después de haber visto The Guardian, un compendio de clichés acerca de los profesionales del riesgo. Los Buceadores de Rescate de Guardacostas no se distinguen en nada de lo que ya hemos visto respecto a policías, bomberos, marines, soldados de asalto, astronautas, alpinistas, paracaidistas...
Como la mediocridad de The Guardian te salta a la vista como una rata hambrienta decidí correr un riesgo y ofrecerles el visionado de otra película mediocre y llena de clichés: Mentes en blanco. Esta película es una mezcla de Saw, Cube, La habitación del pánico, Rescate... sin aportar otra cosa que la presencia de Jim Caviezel, Peter Stormare y un final tramposón.
Pues oye: funciona.
Al varón adolescente de inquietud intelectual tendente a cero hay que ofrecerle clichés, hay que darle la misma película de siempre con las mínimas variaciones posibles porque su mente funciona con esquemas prefabricados y lo único que quiere es mantenerlos.
Ahora estoy pensando si ponerles la misma película diciéndoles que se titula de otra forma. A ver si cuela.

29/3/07

El llanto

Me llamó Q. para decirme que había llevado a los alumnos de su colegio a ver Un puente hacia Terabithia.
Al salir del cine le esperaban dos alumnas de 2º de bachillerato.
-No puede traernos a ver estas películas. Acabamos todas llorando.
-Lo siento. ¿No os ha gustado?
-Buf. Nos ha encantado.
Un poco perplejo, acudió a hablar con las profesoras para tratar de entender cómo estaba el ambiente. Las profesoras también estaban encantadas de llorar.
A Q. lo que le había gustado era el ambiente del colegio.

28/3/07

Otra tomadura de pelo del amigo von Trier

El jefe de todo esto es otra de esas tomaduras de pelo que Lars von Trier practica de cuando en cuando para sacarse algún dinerillo entre dos películas que le interesan más.
Es una tomadura de pelo en el fondo, en la forma y en el modo en que lo vende. La técnica de la Automavision que dice haber empleado, no se diferencia en nada (y lo digo totalmente en serio) de un fluorescente que parpadea. Ver una película así ya es costoso. A la hora de metraje tuve la sensación de que llevaba tres.
La película empieza diciéndote: Esto es una película; y si te parece rara, ya verás lo que sigue.
La película acaba diciéndote: Probablemente estabas llegando al límite de tus fuerzas.
En este sentido se puede asegurar que es una película sincera.
J., que estaba conmigo, salió riéndose encantado y diciendo que Lars von Trier era muy inteligente capaz de reírse de todo el mundo. Al mismo tiempo, yo le explicaba hasta dónde estoy de Lars von Trier.
Cosas como la de enfocar a la gente de la frente para arriba quizá sea para algunos muestra de inteligencia. Yo creo que es desprecio por la planificación y el espectador. Lo mismo pienso de la técnica Automavision (pocas ganas de iluminar) y de frases autojutificativas como Esto parece una película Dogma: aunque algo no se oiga no significa que no sea importante. Una excusa como cualquier otra para ahorrarse un ingeniero de sonido.
Salí pensando que no hacer determinadas cosas es positivo: por ejemplo, no ver El jefe de todo esto, habría sido todo un regalo. Aunque, claro, entonces no sabría lo que he ganado. Pero tú, si no la has visto, considérate alguien que hoy tuvo suerte.

27/3/07

300

El atractivo visual, el riesgo experimental y la planificación en viñetas tienen un enorme atractivo y logran, de verdad, la factura gráfica más próxima a un cómic que se pueda imaginar. El estilo grandilocuente de declamar las frases, entre shakesperiano y arcaico, ayuda al tono épico de la historia. Hay unos cuantos diálogos memorables (Las mujeres espartanas traemos al mundo hombres de verdad). El tratamiento digital parece acertado.
Pero Snyder no tiene medida. Hay un fragmento que parece sacado de Gladiator, un troll venido de El Señor de los Anillos, un hombre-cangrejo de Piratas del Caribe 2, un lobo de Harry Potter 3… Y además rinocerentes y elefantes y una especie de orcos y granadas de mano… Los espartanos llevan slip (cuando lo llevan) y el resto de personajes una amalgama de trajes que van desde el carnaval de Canarias a equipamientos de la guerra moderna en el desierto pasando por el anuncio de perfume Cacharel de la oráculo.
En definitiva, junto a pasajes memorables de indudable originalidad, hay otros muchos que no son más que simbiosis desmadradas. Y toda esa polémica moral sobre si es una película homosexual, homofóbica, nazi, políticamente correcta, abortiva, pro-vida, anti-irán, anti-USA... me parece superflua. Es evidente que a Snyder le da igual y busca deliberadamente la ambigüedad. Le gusta provocar y entrar a su trapo es absurdo.

23/3/07

Kops

El atractivo de Kops reside en su cotidianeidad rellena de momentos surrealistas. Los policías de un pueblecillo sueco van a ser trasladados pues nunca hay crímenes. Ellos se han acostumbrado a jugar al póquer con las abuelitas, a hacer ganchillo… Así que, al comprobar que está en peligro su vida apacible, deciden provocar una serie de delitos. El resultado es catastrófico. Eva Röse es la inspectora venida de fuera para ver qué se está cociendo y la única que aporta cordura a una película dominada por situaciones esperpénticas. Hay un poli (Torkel Petersson) que se cree Bruce Willis, flipa en inglés y entra en su casa como si estuviese en Misión: Imposible. Sus viajes imaginativos son divertidísimos. La penúltima secuencia es de un marrón que no te lo puedes creer.
Dentro del género de comedia descerebrada es la única que me ha hecho reir.

22/3/07

Tormenta

Quise verla en cine, los dueños de las salas de la ciudad en que vivo consideraron adecuado no proyectarla, me quedé sin verla. Así que estuve esperando su salida en DVD. A veces los exhibidores tienen razón (al menos, la tienen más a menudo que Carmen Calvo).
Siendo objetivo, creo que deberían haberla puesto por delante de otras muchas. Por ejemplo, el mismo día, se estrenaron GAL, Jackass dos, Una verdad incómoda y Un buen año. No habría pasado nada si Storm sustituye a alguna de ellas.
Tampoco pasa nada por verla en DVD. Tampoco pasa nada por no verla.
Creo que la película trata de una ángel y un demonio que se disputan el alma de un hombre. La conciencia del tipo está representada por un cubo que contiene las gafas de una chica casi ciega (con más dioptrías todavía que mi amigo M.). La peli viene a ser, según entiendo, una especie de repaso a los pecados del pasado, una preparación para una confesión bastante traumática.
Esto es lo que yo interpreto. Si alguien quiere ver la película como una pesadilla en que una moza y un mozo se arrean mamporros, no voy a discutir.
Lo que me interesaba de la peli era Eva Röse. Es la vikinga de la foto. Toda una furia en Storm. En Kopps era una inspectora de policía bastante modosita y trabajaba mucho mejor.

21/3/07

Concursante

Es ésta una película española que no parece española. Quiero decir que puede verse fuera de España y entenderse. Quiero decir que podemos verla los españoles y entenderla. Quiero decir que no es necesario saber que en la Guerra Civil los malos eran los nacionales (fascistas) y los buenos los republicanos (humildes trabajadores); no es necesario saber que en la postguerra se pasaba hambre; que hubo una transición no muy lograda porque se encargó de ella la derecha; que el partido socialista nos defiende del imperialismo yanqui; que el partido popular nos metió en la guerra de Irak.
Concursante es una peli de tema universal que habla sobre la economía de un modo divertido, esquizofrénico, acelerado, con algunas preciosas imágenes entre poéticas y oníricas (no sólo la del caballo y los acantilados gallegos). Imagino que a la mayoría de la gente le resultará agotadora. No soy una excepción. Diría incluso que no es una buenísima película. Quizá sólo buena. Quizá ni eso, no sé.
Pero, al igual que con Mia Sarah, sales de Concursante con una sensación de frescor renovada. Estas dos películas tienen en común que, después de verlas, los pulmones se te han llenado del oxígeno puro de la esperanza. Confías en que quizá el cine español aún puede salvarse, crees en que no podrá ser destruido a pesar de alatristes, borgias, Carmen Calvo, subvenciones obligatorias, legislaciones demenciales y ciclos monotemáticos a los que llevamos sometidos desde 1936.
Ver Mia Sarah y Concursante es un acto de rebelión pues te confirma en la idea de que aún existe gente con el cerebro desconectado de Prisa. Al menos, ocasionalmente. Ninguno escapamos del Grupo a través de enlaces temporales o paralelos.
¿Será Jiménez Losantos la pastilla roja o será un agente Smith que acabará devorándolo todo?
Creo que me he salido del tema.
Al menos espero que me entiendas lo que quería contar.

16/3/07

Secretaria

Acabaré el repaso de El Ala Oeste de la Casa Blanca rindiendo un tributo a la pléyade de secretarias que desfilan por los pasillos: Landingham, Margaret... De entre todas ellas, la amiga Donna Moss se gana a pulso su titularidad. Al empezar la segunda temporada de la serie, aparece en los créditos iniciales con foto y todo.
Janel Moloney (nombre molón) aparece en 143 episodios, sólo superada por el Presidente, Toby, Josh y CJ.
Y es que Donna siempre es graciosa. Incluso cuando la comunican que Josh ha sido herido de bala en un pulmón y se queda chafada, incluso entonces es graciosa. Sus andares erguidos, repentinamente acelerados o frenados en pasitos cortos, sus conversaciones absurdas (ergonomía de los teclados), los comentarios sobre lo que su jefe (Josh) debería regalarla* (equipos de esquí, un viaje a Hawai...) y, sobre todo, su eficacia (jamás ha tomado mal una nota) hacen de ella la joya entre las secretarias.
Al menos para el espectador.
*Como castellano-leonés ya iba siendo hora de reivindicar el laísmo.

15/3/07

En la sombra

John Spencer, conocido en El Ala Oeste de la Casa Blanca como Leo McGarry, fallecido el 16 de diciembre de 2005, está siempre detrás de todo. Uno se pregunta la razón por la que él no es el presidente. Dice muchas menos tonterías que Bartlett y, sobre todo, no se pone pesado cuando dispensa sus conocimientos.
Por eso me parece muy acertado que sea el primer personaje que se nos queda grabado en mente cuando empieza la serie. Hay una rápida presentación de personajes y, después, aparece un plano secuencia en travelling que nos muestra su entrada en la Casa Blanca, hablando con Josh, con la señora Landingham, la secretaria Margaret...
Un tipo que se gana la vida consiguiendo que se haga lo que él quiere que se haga.

14/3/07

Cuando abro los ojos y contemplo estas magníficas vistas

Richard Schiff padece momentos de sentimentalismo durante los que llega a apreciar a Sam e, incluso, lo defiende. También es cierto que intenta curarse de ello rápidamente.
En El Ala Oeste de la Casa Blanca podríamos decir que Toby es el personaje que aporta cordura entre los chistes tontos del Presidente y el caos general del entorno. Eso no quita para que, de cuando en cuando, le descubramos secretos: está divorciado de una congresista, tiene un hermano astronauta...
Sin duda, lo que más me gusta, son sus reacciones en dos o tres tiempos: mirar al suelo, girarse; poner cara de asombro, iniciar un giro, girarse... Como ese momento en que Sam olvida corregir el discurso del Presidente y, en un espacio cerrado, se oye: "Cuando abro los ojos y contemplo estas magníficas vistas..."

13/3/07

CJ

Allison Janney sabe otorgar a CJ muchos matices sorprendentes.
Es muy posible que el espectador comience a percibir su personalidad en los primeros capítulos de El Ala Oeste de la Casa Blanca y crea que ahí acaba todo. Al fin y al cabo es lo que sucede con la mayoría de los personajes: construyes su carácter en los primeros momentos y, después, lo aprovechas para dar vueltas alrededor de él.
Pero CJ asombra de cuando en cuando con alguna nueva variación. Por ejemplo cuando hace el playback de The Jackal. Algo me dice que eso es de Allison Janney, más que una ocurrencia de los guionistas para CJ.
No me extraña que se reuna toda la Casa Blanca para verla. Danny hace muy bien intentando un bis.

7/3/07

Qué maja es la gente.

Está claro que The Host va a posicionar a los espectadores en dos extremos. Yo soy de los que se han sentido muy satisfechos pese a sus rarezas orientales.
Esa familia de tarados sólo es comparable a la de Pequeña Miss Sunshine. El padre de The Host es tan tonto que sus hermanos entienden que le abandonara la mujer. Y eso que los hermanos no le van muy a la zaga. El hermano tiene un título universitario pero es bastante patoso (el lanzamiento de cócteles molotov es un poema). La hermana es medalla de bronce en tiro con arco, pero no es más medalla porque es un poco... lenta.
Dos momentos antológicos: la escena de a mí me queda un cartucho (terrible, cómica, trágica, divertidísima... cruel) y la espera de la regurgitación de cadáveres para ver si alguno tiene un móvil que funcione.
En cualquier caso, la película tiene sus puntos de interés desde la crítica social. La familia, por muy disfuncional que sea, se empeña en rescatar a la niña. Pero el gobierno, más disfuncional todavía, toma sucesivas decisiones equivocadas, necesita crear cortinas de humo para ocultar su ineptitud y las cortinas de humo generan nuevas crisis que llevan al borde de la idiocia. Y así, lo que una familia de torpes podía haber resuelto fácilmente usando un poquito de sentido común, se convierte en una tarea complicadísima por culpa de un Estado que no confía en su gente.
Vamos, que se la recomiendo a Zapatero, a ver si nos deja en paz. Pero, claro, no la va a entender.

6/3/07

Por cosas como ésta.

Es por películas como ésta que siento una gran predilección por el (buen) cine infantil. Es por cosas como ésta por las que considero que Disney está trasnochado.
Voy a colocar spoilers, pero creo que en este blog ha sido la tónica habitual.
Primero: cuando todo va bien y el chico y la chica y las circunstancias de alrededor empiezan a encajar, justo entonces, la protagonista muere ahogada. No recuerdo cuándo fue la última vez que vi tal cosa en una película infantil. Al acabar la sesión, un chaval seguía preguntando a su padre que qué pasaba con la chica. No daba crédito a lo que había visto.
Segundo: el chico es un buen presbiteriano y la chica una buena pagana. Así que cuando la chica muere, la angustia del chico es doble: por la ausencia y por la duda de si ella estará en el infierno. Ingmar Bergman y Carl Thedor Dreyer se atrevieron a plantear estas cuestiones en su cine. Me encanta que se haga en el cine infantil.
En fin, que con Un puente hacia Terabithia, se acabó el fueron felices y comieron perdices. Esto no es Narnia ni la Fantasia de La Historia Interminable y ni siquiera la Tierra Media. Los chicos imaginan mundos, pero no viven en mundo imaginarios. Y cuando la realidad decide hacerse fuerte, arrea buenos guantazos.
Y algunos padres tendrán que explicar a sus hijos que lo de la muerte es un fenómeno del que se han dado varios casos.

1/3/07

Paris, je t'aime

No es una película que pueda recomendar en bloque porque a unos les gustarán unas cosas y a otros, otras. Mi historia preferida es la de Walter Salles y Daniela Thomas con Catalina Sandino Moreno. Sencilla, bonita, poco más que una canción de cuna repetida, pero que da qué pensar.
No voy a comentar cada corto sino a reseñar detalles que me han llamado la atención.
La foto que adjunto es del corto de Vicenzo Natali con Elijah Wood y Olga Kurylenko, una historia gótica, muda, en blanco y negro, con manchones de color estilo Sin City. Me encanta Natali haga lo que haga. Es el único que tiene en cuenta un aspecto de París que los otros directores no han recordado: sus leyendas góticas.
Me sorprendió Isabel Coixet con Sergio Castellito y Leonor Watling. Sin duda, su historia recordará a Mi vida sin mí y a los temas habituales de la directora. Pero, a mi juicio, este corto es de lo mejorcito que ha hecho: busca el sentido del dolor sin pasarse de vueltas, no busca personajes de características extremas sino gente normal y corriente y, sobre todo, hay mucho humor. Y eso es bueno para Isabel y para el espectador.
El fragmento de Nobuhiro Suwa con Juliette Binoche y Willem Dafoe es muy sugerente. Creo que introduce el factor religioso de una manera un tanto forzada: se necesitaría más tiempo para llegar a ello de modo natural. Aun así, me encanta su fotografía onírica.
Hablando de onírico no te pierdas a Alexander Payne haciendo de Oscar Wilde.
Alfonso Cuarón le ha cogido el gustillo a los planos-secuencia y somete a uno de ellos a Nick Nolte y Ludivine Sagnier con un doble giro final. No llega al sorpresón pero no está mal.
Y también me gustó el corto de Oliver Schmitz con Aïssa Maïga y Seydou Boro: sobrio y contundente.
Y si no te interesa ninguno de estos quizá te guste el que dirige Gurinder Chadha o el que protagoniza Natalie Portman. Alguno habrá de tu estilo.
Los únicos bodrios, auténticos ladrillos, son el de Olivier Assayas y el de Christopher Doyle. Espero que no me digas que esos dos te gustan. Bien, confío en que tampoco te guste el de Gus van Sant pero sería un pecado mucho menor.