Maribel Verdú... En fin, Maribel Verdú se merece una entrada aparte porque necesito que alguien me explique qué ve la gente en ella. Ahora, hasta Francis Ford Coppola le hace propuestas fílmicas.
En Siete mesas (de billar francés) hacía una interpretación aceptable. Lo era porque Blanca Portillo, estaba inmensa y Maribel Verdú no moría en el intento. Aguantaba el envite y la compostura.
Ahora bien, vamos a ver: ¿alguien me puede señalar alguna película en la que su papel no tenga una connotación principal de tía amargada? ¿Alguien puede mostrarme en cuál de esos papeles amargados ofrece alguna originalidad gestual? ¿Alguien puede decirme si alguna vez ha escuchado alguna variación tonal dejando al margen los gritos (que, dicho sea de paso, también son iguales)?
Si a mí me pidieran (no lo hace nadie, tranquilidad) que señalara al peor actor/actriz de entre los famosos en España, apuntaría el índice hacia Maribel Verdú. Comprobar que el consciente colectivo encuentra en ella virtudes interpretativas, me hace pensar que alguien me está gastando una broma pesada, que existe una conspiración mundial o que alguien está acabando con el método Stanislavsky y con cualquier otro tipo de método conocido.
Por favor... Es que la veo en La zona y me preguntó dónde están todas las monjitas de Canción de Cuna o la guardia civil de El laberinto del fauno porque no noto la diferencia.
Que es de lo más antinatural que he visto, vaya. Supongo que no hay manera de hacerla* entender que para pedir un par de cañas en un bar del siglo XX no es necesario engolar la voz como si estuviese recitando un monólogo de Ofelia.
Hala. Ya me he pasado. Pero es que parecía que estaba haciendo el último bis y, de pronto, va y levanta el telón otra vez.
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*Esta expresión me pedía un laísmo a gritos.